“Cuando eras niño, disfrutabas demasiado el lago, no puedo olvidar como te divertías, en aquel entonces creí que eras un niño, es una lástima que no te ahogue allí mismo, pero no te preocupes, ella morirá en aquel lugar desolado sin que la encuentre nunca”Desmon corría por aquel pequeño bosque, tenía que decir que hacía mucho tiempo que no lo hacía, ese lugar le daba muy malos recuerdosPero la verdad era que consideraba imposible por no hacerlo, por lo que corrió y corrió junto a Herper y Kenai, aquellos que le seguían el paso de manera decididaNo solo por el hecho de que podía ser peligro, también era porque las palabras en medio de tartamudeos, justamente como aquella mujer había dichoNo era más por el hecho de que el tiempo era tal cual respiraba, si ellos seguían siendo tan lentos, su madre moriría, sin duda sería de aquella maneraMás cuando observaba el cielo que mostraba que la lluvia no pararía, por lo que posiblemente todo estaba siendo un desastre en aquel momento, por l

Desmon no encontraba la explicación para las palabras de aquella mujer, revisaba una y otra vez las palabras, pero no encontraba una explicaciónTodo parecía ser un acertijo sin rumbo, pero la verdad era que tal vez no entendía lo que este quería decir, porque ahora mismo, se encontraba allíObservando la fotografía de su familia, aquella que se había evaporado sin más, aquella de la que no existía yaUn dolor en su pecho lo acongojo, pero ahí dejado de lado todo aquello, cuando sus ojos se encontraron con TabitaAquella que seguramente vendría a discutir con él, a iniciar de nuevo aquel conflicto que habían dejado a medio terminar en el funeralSolo le causo demasiado fastidio y molestia, por lo que frunció el ceño y la observo con un notable fastidio, uno que lo tenía completamente cansado― ¿Qué quieres Tabita? No seguiré discutiendo contigo, por lo que…―Quiero el niño, me lo merezco, yo he cuidado de él, desde el inicio, me he encargado de ser la madre de ese niño al igual que Ne

Neus dio un gemido lleno de dolor, mientras observaba al hombre que no dejaba de brotar sangre, observo como Roma camino hacia élAl parecer para darle unos cuantos disparos más, mientras ella intentó moverse, pero aquellas cadenas detenían su impulso, y solo lograban desesperarla mucho másPues no podía créelo, simplemente no podía, más cuando, no le había dicho nada, no le había contado lo que sentía por élNo le había dicho que no lo culpaba por el destino que le había tocado y que al final de cuentas, ella no se había marchado, no era por el amor que tenía por BlueLo había hecho porque temía que él solo se quedara con otra mujer y al final de la historia la olvidara, pues ella se negaba a que él amara a otra personaQue era una egoísta y que, si él le daba la oportunidad, ella estaría encantada de pasar en un futuro a su lado, amando su lado bueno y maloLos dos por igual, pues eso lo hacía ser él, solo él, su tonto frívolo y desalmado exesposo, aquel hombre que la compro cuando

Tres años después―Señor, le juro, le juro que yo…―No te atrevas a mentirme en mi cara, odio los mentirosos, además de ser desleal y fraudulentos, destentó que me mientan en la maldita caraEl hombre seguir de rodillas, mientras Desmon lo observa con un gesto furibundo, uno que parecía dispuesto a terminar con su vidaa menos que hablara con la verdad, a menos que dijese quién había sido, y solo sin más aceptara su muerte, pero no que buscara excusasno, claro que no, demos no le gustaban aquellas cosas tan estúpidas, no le gustaba, el hecho de ser tratado como si no fuese más que un tontoél odiaba todo aquello, por lo que tomo al hombre del rostro y le dio una mirada frívola, mientras este lloraba y parecía estar a punto de pedir perdónpero al conectar sus ojos con los ojos de su jefe, comprendió que no valdría nada, más que decirle la verdad―Lo acepto, yo acepto que he pecado…―No soy un jodido cura, quiero la puta verdad, y más te vale que me la digas porque eso que he venido a

Los años habían pasado de manera gloriosa en la familia D’angelo, un joven con sus dieciocho años cumplidos, observaba la tumba de su padreMostró una sonrisa nostálgica al dejar unas cuantas flores, justamente lo que hizo con la de sus madres, aquella que estaba justamente al lado de su padreEllos dos estaban juntas desde hacía muchos años, todo a petición de Neus, quien decidió que a Damián le gustaría que Narel estuviese sepultada a su ladoUn sueño que hizo, realidad, Desmon, más que encantado, cumplió aquel deseo, pues él también consideraba que era lo necesarioEn aquel momento el chico no podía pedido nada más, él había tenido dos padres que no había llegado a conocer en sí, pues los recuerdos de su madre NarelEran tan escasos, podría decirse qué nulos, no más que anécdotas que su nana Tabita suele contra cada que lo veía ahora siendo un hombreO incluso su madre Neus, quien solía contarlas de vez en cuando estaba llena de nostalgia o él le preguntaba sobre NarelSobre aquell