CENA PARA DOS. ― Hola, cariño, ¿puedes regresar temprano a casa hoy? ―April llamó a Marcelo tan pronto llegó al departamento. ― Claro, ¿todo está bien? Pero… ¿Te sientes mal? ―Marcelo no pudo evitar preocuparse, sabía que los hechos recientes habían sido demasiado para ella. ―No, no te preocupes. ―lo tranquilizo ―Solo quiero darte una sorpresa. ―¿Sorpresa? ―las cejas de Marcelo se alzaron y sonrió ― ¿La sorpresa involucra una noche ardiente? ― Posiblemente ―respondió April entre risas ―Todo depende de tu comportamiento. ―Entonces prometo portarme bien y llegar a casa lo antes posible. April sonrió del otro lado, sentía que su vida era perfecta en ese momento. Cuando Marcelo llegó a casa, ya ella estaba esperándolo, vestida hermosamente. ―Wow, estás sensacional, nena. ―dijo él caminando hacia ella y besando ligeramente sus labios rojos ―¿Qué tipo de sorpresa es? Me tienes pensando en ello desde que hablamos. April fue por su abrigo y su bolso, cuando se acercó a él, acomodó su

¿FUE UN INTENTO DE ASESINATO? En la mansión de la abuela, April se instaló en una habitación cómoda y tranquila. Aunque su preocupación por Marcelo no la abandonaba, entendía la importancia de cuidar de sí misma y del bebé que llevaba en su vientre. La abuela se aseguró de que tuviera todo lo que necesitaba y prometió mantenerla informada sobre cualquier novedad en el estado de Marcelo. Mientras tanto, Salvatore estaba decidido a descubrir quién estaba detrás del accidente que puso en peligro a Marcelo y a April. Por ellos se sumergió en la investigación, revisando las cámaras de seguridad. El corazón de Salvatore latía con fuerza mientras se sentaba frente al monitor de seguridad en la sala de control del hotel. Tenía una copia de las cintas de seguridad del día en que intentaron atropellar a su hermano y a su cuñada. Las imágenes se desplegaban ante sus ojos, mostrando la entrada del hotel y los vehículos que pasaban. Salvatore avanzaba rápidamente, buscando cualquier indicio que

¿A DÓNDE ME LLEVAS?― Abuela, Necesito ir a verlo, por favor.April había recibido la noticia, la abuela le dijo que Marcelo finalmente había despertado. Sintió cómo su alma regresaba nuevamente.―April, querida, debes quedarte en casa y descansar. ―la abuela tomó sus manos con suavidad ― No es seguro salir ahora.Ella sabía cómo estaban las cosas, y lo que el detective había dicho. Sin embargo, no quería preocuparla y poner en riesgo al bebe.―¡Pero abuela, solo estoy embarazada! No va a pasarme nada si voy al hospital ―April hizo un puchero ―No puedo quedarme aquí, necesito estar a su lado.―Lo entiendo, cielo, pero debemos ser cautelosos. ―la abuela la llevó al sofá ―Pronto tendrás la oportunidad de verlo.April hizo una mueca, pero no insistió. Tampoco quería preocupar a la abuela, no le quedó más remedio que esperar.Mientras tanto, en el hospital, Marcelo acaba de comer la horrible comida del hospital cuando sonó su teléfono, vio el identificador de llamadas y era Salvatore.―¿Q

NO MERECE SER FELIZ.―¡Vivían, estás loca! ¿De qué daño hablas? ―April estaba muy confundida y asustada ―¿Tienes idea de las consecuencias? ¡Vas a ir a la cárcel!Ella se carcajeó como si lo que ella hubiera dicho fuera algo divertido.―¿Crees que me importa? ―su sonrisa se esfumó ―Ya nada es igual después de perderla, y el único culpable es Marcelo. ¡Él no merece ser feliz!April negó con la cabeza, la mirada de Vivían era la de alguien que había perdido la razón.―Vivían… recapacita, eres una chica joven, tienes un apellido. ¡¿Por qué vas a dañar tu vida así?! Déjame ir, déjame ir y te juro que le pediré a Marcelo que…De repente, una bofetada silencio abruptamente a April.―Cierra la boca ―ordeno mirándola con odio ―Tú eres igual que él, incluso voy a llegar a pensar que tú y Marcelo… lo hicieron juntos.―¿Qué? ―April la miró confundida, su labio sangraba después del golpe ― Yo… yo no sé de qué hablas. Vivían…―¡Te dije que te callaras! ―grito fuera de sí ―Cierra la boca, ¿no te da

SOMBRAS TENEBROSAS.April quedó perpleja al ver a Owens entrar, su mente se negaba a aceptar que él fuera cómplice de Vivían. Observó cómo caminaba hacia ella con una lentitud que recordaba a un animal salvaje acechando a su presa. El miedo en los ojos de April parecía divertirlo, como si disfrutara de su sufrimiento.Las lágrimas comenzaron a llenar sus ojos mientras le preguntaba a Owens por qué lo estaba haciendo.―Tú… tú… ¿Por qué estás haciendo esto?Owens transformó su rostro en una expresión oscura y malvada.―¿Aún no lo sabes, querida? ―curvo sus perfectos labios en una sonrisa cargada de maldad ― No tienes nada que ver en esto ―se alzó de hombros de manera despreocupada ―Eres solo un daño colateral en mi plan. Mi verdadero objetivo es Marcelo.Las lágrimas de April cayeron mientras le suplicaba que le dijera por qué intentaba hacerle daño.―Por favor, dime, ¿por qué? ¿Por qué quieres hacer esto?Owens soltó una risa burlona.―No es personal. Ya te lo dije, eres solo una ficha