Era sabido que la mafia Americana era heredada por generaciones desde años atrás, se sabía que el jefe de la mafia era siempre un hombre desalmado y cruel, alguien que era capaz de despedazar a sus enemigos sin tenerles ni siquiera un poco de compasión, siempre había sido un secreto a voces Pero la historia del último Boss era diferente, se decía de él que siempre estaba rodeado de mujeres hermosas que darían lo que fuera por se su reina, la leyenda contaba que una vez que el líder de la mafia elegía una esposa, no podía divorciarse de ella ni dejarla nunca, solamente que ella le fuera infiel tenía el motivo para la separación, una que terminaba en la muerte de la mujer infielVanessa estaba pasando todos esos rumores por si cabeza, sobre todo el que decía que jamás se había visto un Boss tan sanguinario y despiadado como el que actualmente estaba en la cima, lo catalogaban como el mejor y a la vez como el más terrible, nadie era capaz de meterse con él o complicarle el camino por qu

Vanessa llegó a la casa de Ani, ella lloró y lloró por la traición de Nathanael sin imagínese siquiera que habían sido separados por el plan malvado de Tatiana, esa mujer se fue metiendo en su hogar hasta que actuó y destruyó su matrimonio— Ani, no puedo quedarme aquí, necesito irme lejos, dónde Nathanael no me encuentre — Vanessa ya le había contado a su amiga en que situación había encontrado a su esposo con la madre de los niños, y como su corazón se había roto en mil pedazos— Si de verdad estás decidida, yo... tengo un primo que vive y trabaja en México, él es doctor y ejerce en una clínica privada, quizás si lo llamó y le pido el favor, él pueda recibirte, o.... por qué no nos vamos las dos, aquí no he tenido mucha suerte ¿qué tal si probamos allá?— Si, estaba bien, Ani, llámalo, si acepta nos iremos ya mismo, no voy a seguir aquí ni un segundo más, quiero olvidarme de todo lo que he vivido con ese hombre que pensé que me amaba pero resultó un traicionero — Pero, Vanessa, no l

En la clínica que Nathanael había mandado construir y contratado a doctores que pertenecían a su organización, el Boss llegaba también con un disparo en el muslo derecho, su enfrentamiento con el mafioso ruso había sido sanguinario, pero lo había logrado sacar de su país medio muerto— ¿Cómo te sientes, Nathanael? ¿duele?— Duele como el infierno, esa maldita bala me está quemando por dentro, ¡apurense a sacarme está mierda! — ordenaba el Boss, mientras que los doctores se apresuraba a llevarlo a cirugía, debían hacer las cosas bien y cuidar de no dañarle un tendón o ya sabían lo que les esperabaPor la noche ambos mafiosos eran trasladados a una habitación, Nathanael estaba mejor de lo que se podía esperar y Antuan estaba un poco más complicado, pero no podía tener mejor enfermera, la bella Vanessa Di Angelo, ella ya llevaba su uniforme azul de embarazada, a sus tres meses de embarazo la barriga le había crecido bastantito, casi grita del impacto cuando en el eco le dijeron que iba a

Jael estaba esperando en la puerta a su amigo, le puso la mano en el hombro a su amigo para hacerle saber su apoyo, el mano derecha del líder mafioso sabía cómo se habían dado las cosas con su anterior segundo, lo mucho que le podía haberlo traicionado para que al final se diera cuenta que fue la esposa de su amigo quien le había tendido un trampaTatiana había jugado muy bien sus cartas en aquel entonces pero ahora se le había caído el teatrito que montó, debía pagar por todavía regresar y drogar al Boss para follar con él, era una maldita perra que no tenía perdón— ¿Cómo te sientes ahora que ya todo esto termino? — Jael conducía el coche en el que él y el Boss viajaban— No sabes lo liberador que es saber que jamás le falte a Braulio, que nuestra amistad se conservo intacta hasta final, la culpa, el remordimiento, todo se ha ido, no fuí un hijo de puta que se acostó con la mujer de su hermano, nunca lo fuí — respondió Nathanael, descubrir la verdad lo había hecho libre de los fanta

Vanessa arrojó una de las almohadas a la puerta cuando su esposo salió de la recámara, ella no podía dejar de pensar en como lo había visto con otra mujer, lo amaba y le dolía el corazón, lloró en silencio hasta quedarse dormida, después pensaría en qué hacer para irse de la mansión CastrioliJael, estaba en el despacho dando unas instrucciones a sus hombres, había redoblado la seguridad para que Nathanael pudiera estar más tranquilo con su esposa y su bebé— ¿Cómo está Vanessa? ¿ya pudiste hablar con ella? no me imagino como se puso al darse cuenta que su mismo esposo la mandó a secuestrar y la trajo de vuelta a casa — el segundo al mando rió — Yo no la mandé secuestrar, ese fuiste tú, yo habría ido personalmente por ella para traerla de vuelta a casa así fuera a rastras, Vanessa está furiosa conmigo, no me cree ni una maldita palabra, ella solo tiene la imagen donde Tatiana está encima de mí follando, no ve nada más que eso— Está dolida, ella te ama, es normal que esté celosa, eso