El lugar era sobrio, no era nada nuevo, los hospitales, tenían la tendencia a ser de aquella manera, la verdad era que Azriel, jamás había llegado a tener un solo problema con aquellos sitios Había conocido lugares peores, lugares que muchos podía llegar a llamar, caóticos, tenebrosos o incluso el mismo infierno Pero para Azriel, nunca fue algo que le causara conflicto, eran solo lugares, debías temer a más las personas que habitaban algunos sitios, incluso pacíficos y formidables Que, a los lugares en sí, pero de alguna manera, él temía a aquel sitio, cada pared, justamente en aquel segundo, le temía, una mala respuesta algo que solo le causara daño Azriel, temía más a lo que podía llegar a encontrarse, la situación que podría ser la acompañante en aquel instante, lograba ponerle los nervios de punta a él gran Azriel Cox Fue entonces cuando llego a la habitación de su hijo, aquella que había sido enviada por mensaje hacía algunos momentos, pero por alguna razón, nadie contestaba

Caleb no tenía tiempo para sentar en Amelia, en lo que le podía llegar a enfrentar frente a Azriel, Cox y a André Campbell, el solo camino determinado hacia su antigua habitaciónAquella que les pertenecía, antes de que ellos, no antes de que le desearía que lo mejor que podía hacer era marcharse por un tiempoPoder poner sus pensamientos y sentimientos en orden, quien diría que su esposa cambiaria tanto en aquel tiempo, que ella simplemente daría un giro como el que había dadoCaleb estaba derrotado, lleno de tristeza por la situación, fue entonces cuando de la nada se encontró con otro rostro conocido, aquella sonrisa con sorna, hacia el hombre, se mostraba como si fuese no más que una humilde empleadaPero ya no había nada en ella que se mostrara como tal, su vestimenta había cambiado por completo, su expresión misma era la muestra innata que ella no se consideraba más la empleada de los StewartQue ya no era la nada de su supuesta hija, que ahora la madre de esta, que imponía un l

—No lo permitiré, yo también soy su padre y si tengo que atarte en una silla para que me dejes salvarla lo haré viejo loco, no permitiré que ella muera sin más, Ethan, vamos, haremos los exámenes pertinentes—¿Quién te crees? Si digo que mi hija será desconectada, ella…—No lo permitiré, si tengo que hacer una tutela, si tengo que ponerme en tu contra, haré las pruebas necesarias, para demostrar que tú no eres su padre, pero no permitiré que mi hija muera porque tú te has rendido con la vida…Caleb habló completamente enojado, mientras todos los presentes observaron en silencio, nadie se atrevía en discutir, nadie se atrevía siquiera a respirarTodo parecían completamente expectante con la situación, por saber cómo tomaría aquel la situación en la que lo enfrentaban—Es curioso que usted venga y hable de una hija, cuando en realidad esa, que tanto defiende esa mujer es la culpable de todo—Yo no…—No importa quién lo haya hecho, no me importa nada de eso, sea o no su culpa, la verdad

—Corre, corre, corre, que pronto te vamos al alcanzar, soy el muñeco de jengibre….—¿De verdad? Ese mal chiste…—No es un chiste, es un párrafo de la historia del muñeco de jengibre, ¿Qué no has leído nuca? Ver revistas de mujeres desnudas no vale, te lo digo por adelantadoAbigail hablaba con tranquilidad, mientras su hermano, la observaba con fastidio, no podía creer que ella creyera que era tan nefasto como para leer ese tipo de revistasAdmitía que tenía algunas en su habitación, pero eran de un amigo, y de verdad si eran de un amigo, de la universidad para ser más exactoEl problema había sido con el hecho de que su hermana, las había encontrado, desde entonces ella no paraba de burlarse de aquel temaLo había llamado incluso chico cliché en aquel entonces, pero parecía que no olvidarlo nunca, pues cada que ella dejaba su intelectoMencionaba el hecho de leer aquel tipo de cosas—Solo digo, que me parece de lo más tonto, ¿Por qué decir esto? Es obvio que no se adapta a la situaci

La mansión Cox, aquella que era una de las villas más grande la ciudad, donde solo vivía una persona, una mujer que era conocida por dar las mejores fetasUna mujer que era conocida por ser el centro de la ciudad, ella después de todo era la querida madre del gran Azriel CoxAquel que era llamado el dueño de la ciudad A, un hombre que era tan adinerado y poderoso, pero también peligroso, un hombre que no podías hacer enojarUno que tenías que saber cómo acercarse a él, Roxi, era la preciada madre de aquel, por lo menos aquello decían muchosDespués de todo su hijo, no decía una sola palabra sobre las fiestas, las extravagantes compras y los costosos regalos que esta le daba a sus amigasTodos sabían perfectamente que su hijo consentía cada uno de sus caprichos, mientras la mujer hablaba hacía todo el mundo llena de orgullo al ser la dama de los Coxnadie consideraba estar a la altura de esta, las mujeres que aspiraban el amor de su hijo, primero debían ganar su cariño, uno que era ext