[Ximena Carbajal]Cuando entramos al comedor de la empresa, sentí como todas las miradas de los empleados se posaban sobre nosotros, dejaron de comer y el pánico se apodero de mí, pero León apretó con suavidad mi mano, me miro con ternura y caminamos hasta la barra donde sirven la comida. Hicimos fila como los demás empleados. A la vez me sorprendió y extraño como es que León no tiene ningún prejuicio como los otros propietarios, socios o ceos de otras empresas, en su vida se mezclarían con sus empleados de bajo rango. Pero en cambio, para él era muy importante sentirse cerca de todos nuestros empleados, por que para él todos eran importantes y eso hablaba muy bien de él y me hacía sentir muy orgullosa por que sabía que sería con el tiempo un excelente empresario.—¿Ves que no es tan difícil? —pregunta León en voz baja cerca de mi oído ya que esta detrás de mí en la fila.Me giro un poco para verlo.—Por que no has prestado atención, todos nos están viendo y cotillean cosas, los emple

[Ximena Carbajal]Mis ojos están hinchados de tanto llorar. Es de mañana, me duele la cabeza. Debería reportarme enferma pero ya sólo faltan cuatro días para el desfile, si falto esta semana mi padre me matará. Me meto a la ducha sin ánimo. El agua caliente sobre mi cuerpo hace que éste se relaje un poco mientras cierro los ojos dejando que el agua caiga directo en mi rostro. Los recuerdos de la tarde anterior me invaden. Me tomo mi tiempo en la ducha, de todos modos, no creo que León pase hoy por mí. No me quedo claro si seguimos o no en esta relación, no dijo que me terminaba, o que terminábamos, no lo sé, tal vez mi mente lo bloqueo, estaba tan enojado que termino yéndose para no seguir discutiendo conmigo.Salgo de la ducha aún sintiendo mi cuerpo pesado. El día de hoy me vestiré con un enterizo negro, no estoy de ánimo para buscar algún vestido. Me maquillo, me pongo mucho corrector para disimular las ojeras, me miro en el espejo, tengo los ojos rojos, así que llevaré conmigo uno

[Ximena Carbajal]—Dime la verdad Tadeo, ¿tu estropeaste las prendas para el desfile? —lo cuestiono apenas me encierro con él en la oficina.Tadeo me mira con enfado, se deja caer en una de las sillas frente a mi escritorio.—Por supuesto que no, ¿por quien me tomas? —hunde su rostro entre sus manos mientras apoya sus codos en las piernas, luce angustiado. Lo conozco y no creo que lo haya hecho, pero necesito ser precavida, siento que estoy nadando entre tiburones.—Yo no lo hice Ximena, es en serio —me mira, se que no lo hizo —sabes que no me atrevería, si quisiera vengarme de ti o de alguien cercano a ti, enviaría a mis guaruras, yo jamás me mancho las manos, es algo inaceptable en nuestra familia, además, desde hace mucho que tu diste la orden de que no los dejaran entrar así que el error de tu padre fue no haber puesto cámaras de seguridad, ahora no puedo demostrar mi inocencia y tu noviecito me esta acusando como si el tuviera la absoluta verdad.Muerdo mi labio inferior mientras

[Ximena Carbajal]Conduje rápidamente hasta la oficina de Tadeo, me sentía mareada por tantas impresiones que había tenido durante el día. Decidí primero encargarme de lo de Lucía era por eso que ahora mismo iba a encontrarme con Tadeo, él era el único retorcido que podría ayudarme en mi loco plan, no lo dudaba, él más que nadie era el más interesado en probar su inocencia, ya que por ahora era el principal culpable.—¿Dices que fue esa chica Lucía? —me pregunta en tono de intriga y diversión, entrecierro los ojos, no se si lo esta tomando a juego, su sonrisa burlesca me desespera.—Fue ella y necesito que me ayudes a comprobarlo —le digo con rostro serio, ya sólo faltan dos días para el desfile necesitamos demostrar que fue Lucia quien hecho a perder esos diseños.—Pero… ¿cómo? Además, ¿Cómo te puedo ayudar si no me dejan entrar a la empresa? Ya tu noviecito se encargo de negarme la entrada mientras averiguan quien es el culpable.Me muerdo el labio pensativa. Me siento decepcionada

[Ximena Carbajal]Sabía que el edificio al lado de el de CarSo era algo de telecomunicaciones. Jamás había entrado. Pero al poner un pie dentro todos los empleados se nos quedaron viendo como si fuéramos dos celebridades. Tal vez fue por que en el pasado todo el país se entero de mi compromiso con Tadeo, todos lo conocían, hasta la boda sería televisada. Una chica rubia de ojos marrón se acerca a nosotros con una sonrisa tímida.—Buenos días, ¿Puedo ayudarles en algo? —pregunta de manera amable.Miro a Tadeo esperando que sea él quien diga algo.—Buenos días, señorita, quisiera habla con el presidente de esta compañía o con alguno de los socios, por favor dígale que es de parte de Tadeo Peralta.—Enseguida señor Peralta, si gustan tomar asiento mientras esperan una respuesta.Asentimos y nos sentamos en la sala de espera que está a nuestra espalda.—¿Crees que quieran compartir con nosotros las grabaciones de sus cámaras de seguridad? —le pregunto sintiéndome ansiosa, es la única opor