Capítulo 1Estoy como siempre en mi cama, comiendo todas las golosinas que puedo, mi vida ha sido así desde que mi madre murió, odio ese día porque fue el más doloroso de mi vida aparte del de cuando mi abuela falleció, las dos personas más importantes de mi vida se habían ido mientras que yo me quedo sola, sin saber que hacer, nunca he trabajado ni mucho menos he salido de casa sin que nadie me acompañe ¿Y ahora que voy hacer? Me siento tan estúpida no sé que hacer con mi vida, siempre me la he pasado en esta casa siempre al cuidado de mi madre, pero ella ya no está y la herencia que tenía su enfermedad se lo termino así que ahora debo trabajar y hacer algo pero no sé cómo rayos hacerlo, por lo pronto debo parar de comer golosinas y tratar de salir de esta depresión, y claro de esta ansiedad que me da de solo pensar que mi madre ya no está conmigo, mis lágrimas se empiezan a hacer presentes en cuanto recuerdo esos momentos felices con mi mamá..."Flashback"—Mamá... Después de la pr

Está vez me vine con Kristen, me bajo de su coche y me despido de ella, me doy la vuelta y lo primero que veo es a mi madrina y a su hija paradas en la puerta de mi casa.Mientras camino acomodo mi bolso terciado y la miro con seriedad hasta que llegó con ellas.—¿Que pasa?¿Y esas maletas qué?—digo mientras miro sus maletas.—Ah, bueno... Lo que pasa es que nos mudamos aquí—dice con descaro mientras se lima las uñas.—¿Qué? Claro que no, yo no puedo aceptar eso, yo estoy bien así—digo firmemente.—Ah, okey entonces no te entregaré el libro que te toca este mes ¿Recuerdas que tu madre me dejó estipulado entregarte un libro cada mes durante cinco años?—Si, eso que tiene que ver madrina—digo con frustración.—Recuerda que yo tengo esos libros ah claro y también esa carta que me dió y que me pidió que te entregará a los veintiocho años aún faltan ciertos años para eso —sonríe de lado—Sería una pena que esa carta se pierda ¿No?—Mi mamá la escribió para mí, no sé porque la dejo a tu carg

Ha pasado un largo rato, de pronto veo a Louis bajando con Madison, la pequeña enseguida me ve y corre hacia mí.—Chelo ¿Puedo quedarme contigo?—me dice mientras toma mi mano.Veo a Louis y él solo me ve con seriedad mientras siento como Madison jala mi blusa.Dejo de ver a Louis y solo asiento con la cabeza mientras veo a Madison.—Claro, mientras tu hermano este de acuerdo—le sonrío.Ambas vemos a Louis y él solo asiente con la cabeza y después se va.—Chelo ¿Qué hacemos?—hace una seña con sus manos.—Bueno... Qué te parece si... Leemos un poco—alzo las cejas.—Si, si—dice emocionada.Saco un libro de cuentos de mi bolso, menos mal que siempre cargo con cualquier tipo de libro.Cargo a Madison y la pongo en mis piernas.Las horas pasan y ella de pronto se queda dormida, la veo con ternura y después trato de cargarla.—Yo lo hago—dice Louis de pronto para luego agacharse.Su rostro está cerca del mío y aunque él no me interesa, la verdad es que no puedo dejar de aceptar que es un pat

La alarma suena así que me levanto, antes de ponerme de pie me quedo sentada por un momento en esa cama, aún recuerdo lo que paso anoche y aún no puedo creer que aparte de todo tenga que lidiar con eso. Muchas veces se lo dije a mi madre una y otra vez hasta el cansancio “Mi madrina es una mala mujer” jamás me hizo caso y ahora aquí las consecuencias y lo peor de todo es que debo soportarlo si quiero saber que dice esa carta.Mi frustración se hace presente a las seis de la mañana así que termino llorando, después de eso limpio mis lágrimas y me dispongo a tomar un baño.Cuando salgo me cambio y me hago una coleta, después tomo mi mochila y bajo a desayunar, en cuanto llego a la cocina dejo mi bolso en una de las sillas y después voy al refrigerador que en cuanto abro no hay nada, de verdad esas dos ni siquiera se preocupan por comer, maldita sea, tomo mi bolso y salgo de mi casa. El cambio de verano me ha favorecido a esta hora ya esta amanecido así que agradezco a Dios por eso.Sig

Bajo con mi bolso y mis llaves en la mano, tomo la puerta y le pongo seguro. Louis está esperando en su coche.Por lo que solo sonrío con pena para luego meter mis llaves a la bolsa y caminar hacia Louis. —Te espero en tu casa—digo con amabilidad pero por dentro creo que estoy nerviosa. —Vamos sube al coche—dice mientras me abre la puerta.Miro el coche y recuerdo lo que paso la vez pasada así que ni loca voy a subir, él es tan temperamental que su estado de humor cambia de un momento a otro y sinceramente no estoy para soportar esos cambios.—No, me iré en bus—bajo la banqueta y camino.—Cielo—menciona Louis a mis espaldas.Suspiro y después contesto. —Ya te dije que me iré en bus —digo apenada.—¿Cielo tú sabes donde vivo? —pregunta desconcertado. Oh es verdad que imbécil soy, toco mi frente y después me doy la vuelta.—Oh, es verdad no sé tú dirección ¿Me la das? —saco una libreta y una pluma para luego caminar hacia él y dársela.Louis toma la libreta pero antes de apuntar al