Pov: Tomás — ¿CÓMO PASÓ ESTO? — visualizo mi ropa y comienzo a vestirme.—Yo... creí que era lo que querías, Tomi sé que tenes novia pero...—AZUL ESTO FUE UN ERROR, YO... — trato de recordar pero no logro hacerlo — ¡No puede ser! — juntos mis cosas y Azul está desnuda en la cama.Me froto el rostro y quiero llorar, quiero gritar. ¿Cómo pude hacer algo así?—Azul esto jamás jamás debería haber pasado, yo no lo recuerdo, no estaba en mis cabales, no debiste dejar que pasará, yo... —Lo siento, lo siento, solo quería sentirme amada una vez, pensé que sabías lo que hacíamos, me dijiste tantas cosas que...— ¿Qué cosas? ¿Qué cosas Azul? Porque no recuerdo nada, yo no lo recuerdo, ¡Maldición Azul! Yo no siento nada — comienzo a caminar de un lado a otro desesperado. Esto tiene que ser una pesadilla, no es posible que yo engañara a Sam. A mí no me gusta Azul, yo no haría algo así. —No me parece justo Tomás, cualquiera puede decir no se acuerda por la culpa, si, debe ser difícil para vos

Pov: TomásCamino por el departamento sin parar, no vino, debe estar en lo de su hermano, quiero respetar sus palabras, pero no quiero dejarla sola, eso haría que ella piense muchas cosas que no son y yo... Necesito aclarar que realmente no siento nada por Azul, yo no quería acostarme con ella no sé qué pasó. Parezco un tarado repitiéndolo, pero es que no siento nada por esa chica, nada. Yo amo a Sam, realmente la amo, no soy un hipócrita, no lo hice adrede, fue... ¡Maldición!Soy un desgraciado, la engañe, me acosté con otra mujer, no tengo justificación, pero ahora mi mente no comprende razones. Me niego a perder a mi novia por un estúpido desliz que no significo nada.¡Ya no aguanto! Salgo a buscarla, porque eso es lo correcto, ya me aguante demasiado, tengo que explicarme. Conduzco hasta la casa de Felipe su hermano rogando que ella esté ahí, que quiera escucharme, que no me ignore y...¿Qué busco? ¿Perdón? Sé que no lo tengo, pero no quiero resignarme simplemente a perderla

Pov: Tomás Termino de escuchar la respiración de la paciente. — Todo está perfecto señorita, es una gripe superficial, no escucho nada malo en sus pulmones — anoto su diagnostico en la tableta digital. — Muchísimas gracias, de verdad doctor que me deja mucho más tranquila — me sonríe y solo me mantengo serio. — No fue nada, tome los analgésicos y cualquier cosa si empeora regrese a la guardia o visite a su medico de cabecera — ella baja de la camilla y no deja de observarme. — ¿Cuál es su nombre? Por si vuelvo a enfermarme, podría buscarlo y...— No se preocupe que todos los doctores de este hospital son excelentes, además solo cubro a alguien — menciono mientras le abro la puerta para que salga del consultorio de la guardia. — Okey, disculpe y gracias — sale y suspiro ante la situación.Antes no me daba cuenta de estas actitudes, como idiota les seguía la corriente queriendo ayudar y así terminé.Si yo hubiera puesto un freno, si no hubiera estado tan cegado por mi afán de ayud

Pov: Tomás.Hoy si, le voy a pedir que cenemos juntos. ¡No puede ser tan difícil! Me paro en la puerta dudando si golpear o no, solo pienso en lo que hice mal y que no quiero arruinar esto, que solo un paso en falso y la pierdo para siempre. Maldigo la hora en que ayude a Azul, más lo pienso más me convenzo de que quizás... ¡No! Sería demasiado rebuscado y frivolo. ¡Me drogo! Ya nada es rebuscado y frivolo, exacto, ella me drogo para acostarse conmigo, quizás no la toque, no podía con mi propio cuerpo al grado de quedar inconsciente, ¿Cómo podría tener sexo así? ¡Ya basta!No quiero darle vuelta más al asunto, al fin y al cabo Azul ya no está. Supongo que en su soledad y todos los problema que tiene hizo algo que estuvo mal y desapareció de mi radar por respeto. Quiero creerlo. ¡Ay ya no sé que creer!— ¿Qué querés Tomi? — Cali abre la puerta y me sobresalto.— Yo.... yo... busco a Sam — Cali rueda los ojos y luego se comienza a reír.— ¿Usted no aprende verdad? — La miro confu

Pov: Samanta— ¿Qué hacemos acá Tomi? — se encoje de hombros con una sonrisa.— Yo nunca voy a olvidarme cada cosa que vivi con vos Sam, para que veas que las cosas importantes no se me olvidan — camina hacia el lugar que no se ve nada como lo recuerdo pero si cierro los ojos recuerdo ese día como si fuera ayer. — Estuve una semana tachando en el almanaque el día en que vendríamos, ese día le robe perfume a papá porque Lil y Liv me dijeron que olia mal y no podía permitirme oler mal cuando vos olias tan rico siempre — sonrío emocionada al recordar ese día.— Felipe siempre me ponía un perfume que olia a fresas, porque era el preferido de mamá — mis ojos se empañan.— Siempre pensé que era producto de mi imaginación, no tenía sentido que olieras tan bien siempre, que mirarte fuera como si estuvieras recubierta de un aura mágica, pero luego supe que no era mi imaginación, que realmente eras mágica —llegamos a la puerta, todo se ve oscuro y para nada es como lo recordábamos, se ve aband