ANTONELLAÈ TEMPO DI GUARIRELLEGÓ LA HORA DE SANARUn mes despuésHa pasado un par de semanas diría muchas semanas en verdad, desde que hablé con Alessandro desde que sentir su perfume y me odio por tener la necesidad de extrañar a alguien que solo me ha causado dolor y mentiras, luego de mi ataque en la oficina los chicos decidieron que lo mejor sería trabajar en casa por mi salud y la de los bebés en otro punto me la he pasado terminando todos los proyectos publicitarios que tenía. Hoy termino el último y luego solo cocinare más pastel de chocolate estar bajo el techo de dos personas que en verdad de muestran el amor es algo que me ha ayudado a no caer Dylan dejo París por un tiempo para que darse acá con su seguridad.Hace algunos días tome la decisión de irme de Inglaterra es lo mejor tal vez se vea como huir, pero el solo recuerdo el verlo que es feliz, ver como se abrazan o besan es algo que no puedo seguir soportando necesito sanar y acá no lo haré cuando les platique esto a to

BASTONE A DONDOLO.PALO MECEDORAANTONELLA.-Te imaginas bañarte todas las mañana, como dios te mando al mundo, dulce-Alex habla sumergiéndose, en el lago llegamos hace unas horas, la tarde estaba por caer y a todos se nos ocurrió salir a tomar sol y comer un helado mientras tanto. Dylan tomó asiento a mi lado y Alex es como un niño pequeño que nada.-A veces para tu edad eres muy inmaduro.-Los mafiosos son tan aburridos-rueda los ojos, las peleas entre los dos. Son la cosa más graciosa de ver.-No soy mafioso-refuta.Alex Rueda Los Ojos.-No entonces que haces.-Matar.-Es lo Mismo.-No, yo mato a personas que no merecen seguir quitándole, el aire a los demás, y mira ni faltan hace hay tanta población que yo ayudo a reducirla.-Eres un mafioso, sin corazón.-Te diría eso dolió, pero como dices no tengo.Estas son las peleas de cada día, Dylan no acepta lo que es y Alex insiste es un poco exasperante en algunos momentos he pensado que sacara su arma y lo apuntara-la noche pasada tuve

Toronto, CanadáUN DESSERT AL CIOCCOLATO E UNA STORIAUN SADUN POSTRE DE CHOCOLATE Y UNA HISTORIA TRISTEEl postre frente a mí se ve tan apetecible que mi boca parece un río, en las últimas semanas he subido de peso de una manera increíble mis Mejía están más infladas incluso me cuesta caminar mi vientre cada día se infla más, jamás pensé que atarme los cordones sería un problema, pero lejos de todo eso sentir a mis bebes moverse es la cosa más fascinante que alguna vez he experimentado hoy tuve una consulta con el pediatra que atenderá mi parto, pero los antojos me hicieron detenerme frente a una pastelería y juro jamás desee algo como ese pastel.Pido mi orden y camino al estacionamiento se supone que no puedo salir sola, pero cuando sigo lo que los chicos dicen.Mi teléfono vibra, la foto de Dylan a parece en la pantalla lo que me hace rodar los ojos.-Se puede saber qué haces sola.-Tenía cita con el doctor.-Casual, eres insensata salir sin avisar y lo peor sola.-Sé cuidarme.Él

Narrador, tercera persona.IL PROGRAMMAEL PLANEl hombre coloca su saco mientras observa el caos que hay a su alrededor.Lleva horas en espera de noticias, parezco un Halcón vigilando pensó cada pequeño movimiento de la joven era notificado para él, quería remendar sus errores ayudándola desde que se subió a aquel avión la cuido porque para el era su pequeña hermana y sus errores causaron romper el corazón de aquella hermosa mujer de ojos verdes.Luego de verla irse había decidió seguir, pero la noticia de su nuevo matrimonio fue la alerta al saber quien sería su esposo y empezó a cuidarla, jamás pensó que el querer salvarla lo llevaría a descubrir secretos.Un año desde que la vio.Termina tomando su maletín caminando hasta llegar a su auto el ruido de su celular interrumpió sus pensamientos, detuvo el auto al ver el nombre del detective no pensó dos veces al ver y contesto.-Señor, ha tenido un accidente.- ¿Accidente? Como rayos me dices eso.-Lo siento, hemos estado todo el día co

17 de diciembre 2022. Suecia. Antonella. -Eso se ve grande, grueso, y manejable. -Sí, es muy grande. -Lose, puedes hacer lo que quieras con él. -Mis manos son muy pequeñas, para algo muy grande. -Podrás con ello pequeña, princesa. - ¿Seguro? -Obvio, pan comido para ti. -Bueno, crees que quepa. -No es tan estrecho o ¿sí? luego de eso hubo un silencio que solo lo hizo sonreír. -No, la puerta es de más de dos metros y el árbol es de dos metros, lo llevaré, me has convencido, se verá bien. -Vez. Siempre tengo la razón. -Sí, claro ahora presumido, como lo subirás al auto. -Con las manos, claro está. -Guau, eres muy inteligente. Llevamos más de una hora en busca del árbol perfecto, falta una semana para Navidad, y la casa no está adornada, está fea. En mi estado no puedo ayudar mucho, básicamente soy una ancianita en bastón, ¿dónde queda lo sexy? Stanislav, sonríe brindándome la sonrisa más sincera, una sonrisa que trasmite tanto amor que me hace sonrojarme. Dios desde cua