LEANA Respiro profundo esperando por Milkan mientras Nikolay está a unos metros muy pendiente de mí. Con este hombre desde que lo conocí vivo puras emociones fuertes, un sube y baja de sensaciones que me llevan a despertar un montón de sentimientos hacia él. Temo, de verdad temo enamorarme de un hombre como Nikolay porque no quiero sufrir, no quiero rechazos o que me rompa el corazón. Sin embargo, me es difícil no admirar su belleza, el cómo me mira y como me desea cada que me tiene cerca. De verdad es muy difícil y se necesita mucha fuerza de voluntad no caer ante su porte varonil y su inconfundible tono de voz rasgado. Me sonríe desde lejos ocasionando que mariposas salten y revoleteen en mi interior. Dios no quiero sentir esto, no obstante, le devuelvo el gesto con mis mejillas sintiéndolas como un fogón. —¿Pensé que no me llamarías? Me tenso con la voz de Milkan detrás de mí que aparece en mi campo de visión. Siento que lo detesto sinceramente y nunca me había sentido as

LEANAIvangorod nos recibe con el cielo despejado. Mamá no está enla casa por ello vamos al hospital rápidamente. Pregunto por mi padre que estáhospitalizado y la doctora me informa en que habitación está. Asiento encaminando me con Nikolay que no se separa de mi yquien me follo incesantemente en el avión. Apenas de me dejaba respirar paravolver a estar sobre mí, parece embriagado con mi aroma, necesitado de micuerpo y enfermo por mi piel. —Te espero aquí afuera. —Gracias—de verdad valoro mucho elque este aqui—me hace bien tenerte conmigo.—No pienso irme.Aún no se ni cómo voy a decirle a mi madre del porqué de supresencia. Además de eso, confesarle la muerte de Camilo y aún más, como lediré que yo lo mate. Dejó mis pensamientos a un lado abriendo la puerta. Miró aNikolay antes de ingresar y esos ojos grises vuelven acelerarme laspulsaciones. Entró y mamá está sentada al lado de mi padre que estadormido. No sé da cuenta de mi presencia, solo lo mira perdida. —Mami.

LEANAEl llanto de mama toma potencia cuando meten el féretro a lasala de cremación. Esto es un dolor muy grande que nunca había sentido y eneste momento no se como pararme, que decirle a mama porque estoy igual de malque ella.Al ser un pueblo relativamente pequeño se enteraron de lamuerte de mi padre y vinieron acompañarnos. Observo que también se limpian laslagrimas y es inevitable, es como un acto reflejo ya que se aumenta nuestrosentimiento de empatía.—Hay mi amor—la sostengo—que voyhacer sin ti.—Ten mucha fuerza—le dice la señoraAngela que perdió hace años a su esposo y mama la acompaño en su dolor—es duro,pero Dios sanara este sentimiento, fuerza, valor y fe.Se abrazan mientras mi limpio las lagrimas y Nikolay me tomade la mano transmitiéndome una sensación positiva. Mas personas se acercan adarnos el sentido pésame y los noto sinceros o no sé, realmente ahora lasinceridad del mundo me vale cuando perdí a la persona que pensé era mi padre yen su lecho de muerte

LEANAMama apenas puede creer en donde va a vivir, yo también,nunca pensé que Nikolay le consiguiera prácticamente un pent-house. Esespacioso, cómodo, hermoso y con una vista sencillamente espectacular.—Siento que es mucho para mí, solonecesitaba algo cómodo.—Lo se mami, pero mira, tienes unavista privilegiada.Me toma de las manos. Aun se ve muy triste por la muerte depapa.—Porque este hombre tiene estosgestos contigo mi amor, te gusta, tienen algo.—No lo se mama, no puedo negarte queNikolay me gusta, pero tengo mis reservas, después de lo vivido con Camilo,créeme que tengo miedo a enamorar y algo me dice que mi jefe dolerá muchísimo.—Si no está segura es mejor que tedes un tiempo, acabas de perder a tu esposo y debes sanar primero, antes deentregar tu corazón nuevamente hija.—No te preocupes mama, voy a pasolento, pero segura o eso creo, ese hombre…Respiro profundo. Las cosas con Nikolay son muy confusas,pero no puedo negar que me gusta, no solo es un deseo carnal

LEANAIncontrolable mente lloriqueo de ansiedad cuando condelicadeza deja mi pierna sobre si hombre realizando una posición de tijera lacual permite que me la meta entera. —Nikolay —exclamo sintiendo susembestidas muy dentro de mí. Siento queva a partirme en dos si continua asi.—Me encanta tu calor, como me loaprietas, me vuelves loco Leana, loco de deseo.A este ritmo me va a matar. clava sus ojos en los míos y tomó su cara entre mismanos, se inclina dejando mi rodilla contra mis pechos y me sorprendo de mipropia flexibilidad mientras comienza a besarme todo el rostro con infinidad depequeños húmedos besos sin dejar de embestir con fuerza. La posición es gloriosa porque lo siento muy adentro y mepermite agarrarme de sus nalgas mientras demora el momento pegado a mi bocaporque no quiero soltarlo, los sentimientos que emergen desde el fondo delpecho, desean angustiosamente sus besos, sus embestidas y con la intensidad conque me lo hace me dice que esta invadido por el