Narra Roberto.—Encuéntrame si quieres, pero no voy a volver contigo, no eres más que un traidor te puedes quedar con esa—. Le da una patada en el abdomen. —Ah y esto no lo necesito—. Se saca el anillo y se lo tira en la cara. —Se lo puedes dar a la sin vergüenza de mi supuesta mejor amiga, adiós Joel que tengas una vida llena de miseria, vámonos—. Me toma de la mano y me arrastra a no sé dónde, puedo escuchar el latir de su corazón.—Dánae verdad, a donde me llevas—.—Yo no sé, dime qué es esto que siento por ti me siento extraña jamás sentí eso por nadie—.—No creo que sea hora de hablar de ello, pero te prometo que te lo explicaré después, podemos irnos de aquí si quieres, pero te juro que no pienso apartarme de tu lado—.—¿Por qué?—Porque somos parejas destinadas por eso—.—Eso no me dice nada—.—Para mí si dice mucho—. Me acerco a ella y la tomó por la cintura. —Y te aseguro que lo sentirás—. Me acerco a ella inclinó mi cabeza ya que ella es más baja, estampó mis labios con los

—Debe ser una gran mujer para que te expreses así de ella, y dime aún sigues enamorado de ella—. Sonrió porque ella me mira expectante.—No, ya no siento nada por ella, si lo sentí en algún tiempo, pero comprendí que ella ya tiene su vida al lado de otro—.—No solo se vive con los humanos verdad, siempre supuse que nosotros no somos los únicos en este planeta—.—Si, ahora sí tú quieres puedes contarme de tu vida, aunque no es necesario—.—No, también quiero que sepas de mi vida—. Asiento. —Yo soy hija única, mi madre murió hace diez años, nunca conocí a mi padre y nunca me hizo falta, después de la muerte de mi madre quede a la deriva y no sabía que hacer, mi madrina me acogió en su hogar, tres años después ella murió así que quede sola nuevamente, aunque tenía a mi supuesta amiga, a Joel lo conocí en la universidad, nos hicimos novios a los seis meses de conocernos luego nos comprometimos y hace ocho meses empezamos a planear la boda, y ayer que sería el mejor día de mi vida,.. pues

—Mi vampiro—. Me dice cuando chupo el lóbulo de su oreja, esas palabras con sentido de pertenencia me hacen querer poseerla ya.—Déjame poseer tu cuerpo amor—.—Soy toda tuya Edwin—. Beso su cuello y desciendo desnudando su piel.Es tan suave y aperlada quiero adorar su cuerpo, nuestra vestimenta sale volando no quiere esperar para hacerla mía.Antes de poseerla adoro su cuerpo como lo que es mi ninfa, mi reina, mi todo, la beso de pies a cabeza y luego la hago mía.Ella es lo que yo necesito en mi vida solitaria y con ella sé que ya no lo estaré más, ya no seré un vampiro solitario.—Te amo mi ninfa—. Mis colmillos salen con ganas de marcarla como mía, siento una necesidad inmensa de probar su sangre que me llama. —Quiero probarte mi ninfa—.—No esperes más mi conde—. Sonrió mostrándole mis colmillos.Los entierro en su cuello no sin antes besarlo, depósito mi elixir y chupo su sangre es la más deliciosa que haya probado en toda mi existencia.Sus gemidos inundan toda la habitación.

Narra Darían.Ver a mis pequeños que crecen cada día me es imposible de creer, parece que fue ayer cuando los estuve en mis brazos por primera vez.Y ahora no quiero que crezcan y más sabiendo que el demonio ese no se aleja de mi pequeña, ya no sé cómo echarlo de mi casa, por más que le gruña él está empeñado en aparecer cada día, ya hasta miedo me da que él le pueda hacer algo malo a mi pequeña, tendré que buscar agua bendita para echarle y que se aleje de ella por un tiempo.Se que no le hará daño porque si lo hace mi demonía lo mata y si lo hace le digo que lo reviva para matarlo yo también.Mi pequeña Danisha gatea hacia donde estoy y se levanta apoyada de mis pies.—Mi pequeña para donde vas—.—Pa- pa- papá—. Balbucea.—Dime mi princesita que quieres, donde dejaste a tu hermano—. Escucho su llanto al otro lado de la habitación. —Te le escapaste verdad—. Me sonríe mostrando sus encías.—Creo que por aquí hay una fugitiva verdad—. Miro a mi luna que luce mucho más hermosa que antes

Me levanto y salgo de la habitación, adelante de mí hay un largo pasillo, camino lo más rápido posible hasta llegar a una puerta, la abro y salgo, miro todo, no estoy en mi manada.—¿Cómo demonios llegue yo aquí? —Pregunto a la nada, este es como si fuera un paraíso. —¿Y cuando me quedé dormido si apenas pegue el ojo, donde rayos estoy? —Gruñó.—Yo te traje—. Su voz melodiosa estremece cada fibra de mi cuerpo.Me giro hacia ella, la miro se pies a cabeza, se ve tan hermosa y diferente tiene un brillo encantador y ese vestido le queda hermoso, es como si fuese otra Emily.—¿Mi luna dónde estamos? —Me acerco a ella.—Antes debemos hablar—. Me mira a los ojos. —Siento mucho mentirte y tratarte tan mal, pero no quería darte explicaciones—. La tomó de la cintura, la brisa sopla tan fuerte que todos esos olores combinados que ella tenía provienen de aquí.—No importa mi luna te amo perdóname por pensar cosas que no eran—. Pego mi frente a la suya. —Te amo mi hermosa luna—.—Sabes que ni, au