Presente. Era de 13 de enero un año atrás se había llevado a cabo la reunión entre Blas Mendoza y Alexander Santoro aquella noche se había sellado lo que para Alexander Santoro sería la Venganza en nombre de su amada. Hoy se cumple un año de aquel encuentro, Alexander se encontraba acomodando su corbata luego de aquella equivocada decisión que había tomado con respecto a su hijo con Amara el hombre se había alejado por completo de hecho había vuelto a abandonar Italia por 3 meses. 3 meses después había vuelto y lo primero que había hecho fue buscar a Julia y a su hijo, aunque Alexander no podía brindarle todo el amor porque cada vez que mira a Ángelo recuerda aquel feto de un mes que ordenó extraer y aunque el niño era el menos culpable el hombre pensaba cada noche en como hubiera sido aquel niño, su pregunta era si se hubiera parecido a Amara o a él, en ocasiones se despertaba a media noche a causa de las pesadillas y en más de una ocasión una hermosa niña de ojos azules lo llama

El Registro Civil ya estaba esperando por Alexander el hombre llevaba más de una hora de retraso y para preocupación de Julia tampoco respondía las llamadas, hasta que su vehículo y sus Guardaespaldas llegaron. ¿Por qué no has contestado mis llamadas? - Julia estaba histérica. Alexander estaba normal todo parecía estar bien, pero nada era lo que parece, el hombre estaba repasando todos sus errores. Tenía asuntos más importantes - La indiferencia en la voz del hombre hizo que Julia dudará luego de escuchar aquella grabación unos minutos después los Abogados de Alexander habían llegado. ¿Qué están haciendo aquí tus abogados? Julia estás habiendo muchas preguntas tengo otros asuntos no me hagas perder el tiempo - Alexander avanzó hasta el interior del edificio. 1 hora después la pareja volvió a salir con el certificado de Matrimonio en manos. La sonrisa de Victoria que tenía Julia no tenía comparación, pero sabía que algo andaba mal. ¿Por qué estás así? - Julia se sentía bastante in

Julia tenía algo oculto en su mirada al estar delante de Amara. Señores Santoro - Amara controlaba sus emociones y podía jugar con ellos. Al mismo tiempo Blas y Alicia también habían hecho acto de presencia- Niñas - Exclamó Alicia Lynch, pero las jóvenes no supieron exactamente como reaccionar. Mamá- Lorena había sido la primera en reaccionar en cambio, Amara fulminó con la mirada a Blas Mendoza. No piensas saludar a tus padres- El hombre tampoco ocultaba la ira que guardaba en su voz - Esperó que te hayas olvidado que por tu culpa. No se habla del pasado tú me has entregado a él entonces atente a las consecuencias, Madre es un placer verte - Con aquellas palabras Amara se alejó del grupo, pero alguien más se había ido por detrás de ella. ¿Qué demonios te sucede? - Blas estaba furioso y estuvo a dos segundos de pegarle por la cara a Amara, pero la sombra de alguien vestido completamente de negro se interpuso. Ni siquiera lo pienses - Alexander se había puesto en el medio, Julia

Alexander - Exclamó la mujer con lágrimas en los ojos. ¿Para qué has salido anoche Julia? - Santoro se encontraba sentado detrás de su escritorio con un estuche sosteniendo en sus manos. Me sentí sola tú no tienes ninguna idea de cómo se siente una mujer que es rechazada por el amor de su vida, su marido. ¿Qué más? - solamente aquel que lo conocía bien sabía que Alexander Santoro mientras más clamado estaba más cruel podría ser. Y me han encontrado estoy segura de que sabían que era tu esposa y me sometieron, fue horrible - La mujer lloró desconsoladamente. Parecías disfrutar bastante- Alex tenía una sonrisa Lobuna y a la vez siniestra. Alex que quieres decir con eso - Julia sentía que esto no era normal y que Alexander Santoro parecía estar disfrutando de la situación. Julia me conoces tan bien entonces deberías saber que engañarme a mí es imposible- Con aquellas palabras Alexander se puso de pie agarrando a la mujer del brazo. ¿Qué vas a hacerme? - Julia estaba bastante conf

Amara se había dado cuenta de inmediato que algo no andaba bien, pero por su hija debía mantener la calma no podía enfurecer a los hombres y poner en riesgo a ambas. Al mismo tiempo que los hombres de Alexander empezaron a rastrear con más precisión el andar del rodado que transportaba a Amara y a su hija. Cuándo el vehículo se adentró en un bosque rocoso totalmente protegido por hombres vestidos y armados supo que había llegado a su destino ni bien el vehículo se detuvo las puertas fueron abiertas varios hombres con los rostros cubiertos por una máscara los nervios de Amara intensificaron. La niña viene con nosotros- Uno de ellos intento de separar a Alexandra de Amara, pero esta había retrocedido. No se la voy a entregar - Amara se escuchaba decidida, pero el cañón de una pistola apuntando directamente a su cabeza hizo que la mujer guardara silencio. La niña se va con mi compañero - Expresó alguien más, Amara sintió el vacío en sus brazos al mismo tiempo que varios helicópteros