«Si no estás dispuesto a amarlo con sus demonios, entonces no lo saques del infierno». — Estos asientos son incómodos Leo— gruño mientras me muevo tratando de estar cómoda. — Ya le dije a mi padre, al parecer los encargados de los diseños nunca se habían percatado de eso—  suspira. —Tengo hambre— no lo pensé dos veces cuando lo dije. — Pero hace veinte minutos pedimos comida. —¿Acaso te pregunté?, ¿no verdad? Hace rato yo tenía hambre, ahora tus hijos tienen hambre— me crucé de brazos y fruncí el ceño, no quiero terminar viéndome como una ballena. —Esta bien, llamaré ha la azafata— sonrío triunfante, hecho una miradita a dos asientos atrás

Los personajes que salen al final son Dela y Eidrian. De mi historia soy parte de tu destino m ya publicada aquí.  " Mi recuerdo podrá ser olvidado , pero mi historia alguien se encargará de contarla"| Dedicado a todas mis lectoras:  —¡Joder!— exclamo cuando me golpeo el pie con la esquina de algún mueble. ¡Solo a ti se te ocurre escabullirte en la cocina a las cuatro de la mañana por un litro de helado! ¡Tenía hambre! —Estos bebés van ha acabar conmigo— susurro. Todo está en penumbras, si no fuera por la ventana de la cocina que da hacia una gran linterna que ilumina el jardín trasero, ya me hubiera caído con algo. Camino de puntitas hasta dar con el refrigerador, emocionada abro esto y busco mi g

“Déjate llevar por los juegos del destino, al fin de cuentas, las reglas son rotas por la vida” Realidad, estaba viviendo en ella yacía mucho tiempo, pero me negaba ha aceptar lo que pasaba a mi alrededor, era como si todo lo que existiera se pausara. Mi corazón quema, arde por el remordimiento y la culpa, arde por dejar que se llevarán a mi madre, arde por ser tan débil y no poder cuidar ni siquiera de mi misma.  - ¡Fanny !- levanto mi barbilla encontrándome con la pelirroja de Pamela corriendo hacia donde estaba.  - Dios Fanny, recién me entero de lo sucedido. Toma asiento a un lado de mi, mis ojos se sienten irritados por las lágrimas, la desesperación crece en mi interior con cada segundo que pasa. -Familiares de Leónidas Brown- trago saliva y me levanto de mi lugar con el cuerpo