Narra Wendy Moon.Santa Mónica, Los Ángeles, Ciudad de California; Viernes, 29, enero, 2027.Me quito los lentes para mirar el hermoso paisaje de la playa de santa Mónica, la secretaria de Jessi tiene mala cara por la presencia de Jane, eso quiero creer y que no sea por mí, caminamos, veo que hay pocas personas en el lugar, frente a nosotras está el “Sea Black Hotel”, un hotel 5 estrellas de Jessi y a unos kilómetros se encontraba el también famoso “Pacific Park en Santa Mónica”. — Te va a gustar este hotel — dice el pelinegro, por un momento pensé que no vendría y que me dejaría con su secretaria y la planificadora que me odia con solo mirarme. Entramos todos a la recepción, tomo la mano de Jessi ante las miradas de las personas que nos ven entrar — Necesito hablar con el gerente — exige a la

Narra Wendy Moon.— Hazle caso a Jasón, Vanesa no es de fiar, siempre estuvo tras de mi padre incluso cuando mi madre murió — explica pero no parece nada cómodo hablando de ella. Asiento comenzando a comer porque no pensaba desperdiciar la comida.Comimos y cada quien se levantó a dejar el plato en la cocina, yo me quedo lavando los trastes mientras él se va a su pequeña oficina. Miro el reloj de la cocina y suspiro, termino de ordenar todo y salgo, entro a la habitación y me cambio de ropa, lista para dormir.Acostada en la cama miro la puerta esperando que Jessi entre pero no aparece, suspiro y cierro los ojos para dormirme ya pero no lo logro, me siento y me pongo a pensar en que voy hacer es toda la semana sin él aquí en la ciudad, sé que no nos hemos visto mucho pero se sentiría algo extraño sin verlo aunque sea un momento o cruzar una que otra palabra.— ¿Aún despierta? — pregunta entrando sin camisa a la habitación, trago saliva viendo su torso desnudo, intento no relamer mis l

Narra Wendy Moon.Su rostro se ve confundido.— Acabo de ver que no es un desconocido que bese anoche — digo mostrando nuestra foto de anoche besándonos y saliendo de la disco en la cual Valentina me abandonó a mi suerte, puedo decir que ella planeó todo esto. — ¿Qué tienes que decir al respecto, querido esposo? — pregunto.— Nada ya que tú me besaste sin saber si podría haber sido un desconocido y vaya suerte tuviste de que fui yo y no otro porque habrías hecho un escándalo — se levanta y sale de la habitación.Miro mi teléfono y reviso bien, maldigo y Jessi tiene razón, si no hubiera llegado él, hubiera hecho un gran escándalo de infidelidad ya que todos saben que estamos casado, por el civil pero casados, encima migración me metería a la cárcel. Me acuesto y tomo una almohada gritando contra esta.¡No vuelvo a salir a tomar, menos con Valentina!Me siento, miro a la puerta en donde lo veo mirarme, parece que espera algo, miro la habitación y me levanto tomando la almohada, se supon

Narra Wendy Moon.Acaricio el rostro dormido de Jessi, es tan guapo cuando me detengo a mirarlo por segundos que me impresiona tanto que me hace dudar de mis sentimientos hacia él pero no puedo enamorarme de él sabiendo que fue mi mejor amigo, un mejor amigo que no se encuentra en mi memoria por más que quiero recordarlo, nadie se enamora de su mejor amigo pero aquí estoy, casada por segunda vez con el mismo hombre, solo han pasado 3 días y siento nervios de solo saber que estamos los dos solos en un cuarto, en una ciudad y en un país, sobre todo lejos de América.Pero me detengo de pensar en eso y solo admirar su rostro, el mismo rostro que cuando me vio en vestido de novia, su reacción cambió de serio a felicidad incluso se puso a llorar cuando me vio caminar hacia él en el altar, en donde camine sola porque no quise que mi padre me entregara.— Vas desgastar mi belleza, señora Black — me sorprendo cuando abre sus ojos violetas y toca mi mano sobre su rostro, me sonríe un poco y sin

Narra Wendy Moon.Había pensado que Jessi iba a rechazar la salida pero no, aquí nos encontramos los 4, hace dos años que yo venía a clubes a tomar y bailar con amigos de la universidad que no sé si debería considerarlos como amigos y claro, venía con mi hermano y Nico pero ahora que esta Jessi, siento un poco de incomodidad en el grupo.— ¿Wendy? — pregunta alguien haciendo que voltee a mirar a la persona que está formándose tras de mí en la fila para entrar al club — Pero si eres tú, no puedo creerlo, hace tiempo que no te veíamos — ríe una castaña, claro que la reconozco, vine una vez al club con ella, por poco no me dejan botada en medio de un problema, por suerte ahí estaba Nico y Willy para ayudarme.— Ah, Samantha, cuanto tiempo que no te veía, sigues igual por cierto que la última vez — tras de mí pude escuchar la risa de Nico.— Que graciosa, Wendy, ¿No nos presentas? — pregunta curiosa mirando hacia atrás, me volteo y luego la miro para sonreírle.—Claro, te presento a mi es