De pronto David estaba subiendo detrás de mí y tomo mi equipaje─ ¿Qué estás haciendo? ─pregunte con un hilo de voz y me miro con los ojos lagrimosos─Piensas que te voy a dejar ir fácilmente sin decirte si me vas una oportunidad ─ esquive su mirada─. Adara te estoy preguntando─David déjame ir por favor ─rogué─no, no, no es que yo no puedo olvidar todo lo que pasamos, ¿Acaso tu ya lo olvidaste? ─ negué, llegamos a la parte de arriba y me ayudo con mi equipaje─entonces ¿Ahora qué vamos a hacer? ─preguntó de nuevo y esquive mi mirada─dejarme ir a estudiar a otro país, hacer tu vida quizás con Paulina o con alguien mejor que yo, no te preocupes yo también hare mi vida allá ─dije y sonrió irónico─que fácil te parece eso ─susurro indignado y lo mire─no es fácil, David estas intentan

En la mesa se produjo un breve silencio, ya que todos estaban sorprendidos hasta que mi mamá movió sus manos nerviosamente hacia él y le sonrió.─Margaret Heraldo Harrison, madre de Adara ─saludo mi madre extendiendo su mano y luego me miro sonriendo─Alexander Romero, padre de Adara ─se presentó mi papá muy serio y Javier tomo su manoY así toda la familia fue saludando a Javier e incluso las chicas, aunque la sonrisa que cargaban se esfumo en cuestión de segundos, todos sonreían hipócritamente y aprete mis labios para no reírme, la recepción en donde estábamos era la misma cuando cumplí los 18 por lo que moría de ganas por subir a la terraza y divisar la ciudad, sentir ese aire fresco.Luego de la incómoda escena, Javier me llevo a la pista de baile, algo que me sorprendió ya que a él no le gustaba bailar mucho menos las cancione

Todas las personas que se encontraban a nuestro alrededor se acercaron al ver que David se arrodillo y de su bolsillo saco una caja de terciopelo azul con un anillo.Mientras tanto yo no podía formular ninguna palabra, vuelvo y repito mis propias palabras me estaban callado la boca, porque siendo sincera pensé que en la vida de David solo sería parte de su historia, una más para la colección de él y hoy al ver esta acción me estaba demostrando que cuando uno se propone cambiar lo puede hacer, que es solo el hecho de tener voluntad y hacerlo porque quieres y te nace del corazón, no porque te obliguen.Sonreí en respuesta a lo que me estaba proponiendo─ claro que acepto casarme contigo y también acepto luchar contra la tormenta y si hay rayos, pues juntos no nos dejaremos vencer, pero ya levántate ─dije susurrando lo último y tomo mi mano para poner el anillo, las personas aplaudi

Le sonreí negando mientras miraba mi brazo que tenía ligeras marcas rojizas de aquel agarre, al recuperar la energía de mi brazo tomé el valor y sin pensarlo le solté una cachetada─ Paulina déjame decirte que dejaste que él se enamorará de mí, tú lo rechazaste tanto, para mis 18 me contó que no sabía cómo enamorarte, después que se te había declarado y lo rechazaste y créeme que siempre después de tantas decepciones, llegas a un punto en donde te cansas y decides alejarte y eso hizo él, yo no tengo la culpa ─ ella sonrió ingenuamente─. Paulina, mi consejo es que mejor lo dejes en paz, a veces no podemos forzar a las personas a estar con nosotros, sé que al principio duele, pero es la mejor decisión que uno puede tomar o si él te alejo, mejor evítalo ya no le hables y así empezaras a no sentir nada por é

Un año despuésDavidLas cosas iban de maravilla hasta ahora, desde aquella noche llena de grandes sorpresas debido a que mi suegro hizo llorar a Adara al dedicarle unas palabras y decirle: y como dice la canción mi pequeña que seas feliz, feliz ese es mi deseo es lo que más deseo, y luego la noche estuvo más que divertida.Aún no podía creer que mis "palabras brujas" fueron tan ciertas debido a que sin dudarlo, Adara es la mujer de mi vida y para mí vida..Sonreí al verla frunciendo el ceño al analizar balances financieros que le habían llegado esta mañana, hoy era domingo pero aun así nos encontrábamos en la sala de nuestra casa trabajando─ Espero que con estas estrategias de mercado mi empresa siga funcionando ─dijo refiriéndose a una nueva empresa que había lide