Corina:Caminamos en dirección a la habitación de Joel. Brad lo lleva por los hombros y va dejando un camino de gotas de sangre.Me han despertado los gritos de Brad. Salí al balcón y justo frente a él está el corral donde montamos con Jeff y ahí Joel aferrado a la silla, como un hombre de rodeo. He bajado corriendo a toda velocidad. Es una locura, he llamado varias veces a Jeff hasta conseguir que dejara de lanzar patadas y poder acercarme a Joel que se encontraba tirado en el suelo después de volar por los aires y chocar con las vallas de madera.Se ha partido la cabeza y tiene varios raspones, huele a alcohol. Brad lo sienta en la orilla de la cama.—Sería mucho pedirte un botiquín de primeros auxilios, no sé donde encontrarlo —asiente y va en busca de él.—No tengo nada, esto se quita con agua y jabó

Joel:Ya está, lo he hecho… le he dicho que pase conmigo el Domingo. Tomo una gran bocanada de aire y bajo las escaleras a toda velocidad.—Hijo —me vuelvo en dirección a mi madre—. Tu padre y yo iremos a la ciudad, ¿no se les ofrece nada?, ¿has visto ya a Cori?—Si… se encuentra bien —me mira sonriendo—¿Te quedarás aquí? —asiento y escucho unos pasos tras de mí. Es mi pequeña chica castaña, saluda a mi madre y se disculpa por no presentarse temprano a desayunar—. Bueno… Cori, me he preocupado al no verte temprano…Me concentro en mirarla, es hermosa, tiene pequeños labios carnosos, rostro afilado, tan femenina y pequeña. Lleva el cabello recogido, un par de vaqueros y una blusa ajustada a su delgado cuerpo.—Y no la he vuelto a ver… parece que

Joel: —¿Cómo que el viaje se adelantó? —son las 7 de la mañana. He recibido una llamada de Jeremy, uno de los granjeros con los que viajo constantemente para la revisión y compra de reses. Es para notificarme que el viaje del miércoles a Houston se ha adelantado por cuestiones de las granjas vendedoras.—Ya he adquirido los boletos, no podemos perder esa oportunidad Joel, son reses de primera calidad —dice de forma desesperada—Lo sé, ¿a qué horas tenemos que estar en el aeropuerto?—12 del día —bufo—Bueno, te llamo cuando salga a la ciudad, nos vemos en el mismo lugar —termino la llamada y salgo de mi despacho.Subo las escaleras a toda velocidad y me adentro en mi habitación para comenzar a hacer la maleta. Selecciono rápido un par de camisolas y vaqueros.Y sí,

Joel:Miro el reloj, 12:25 del medio día. Me encuentro arriba del avión, no puedo dejar de pensar en Corina y la discusión de esta mañana.—Favor de apagar sus celulares —anuncia por la bocina, miro si tengo respuesta de Brad, pero no hay nada así que lo apago.No sé usar la tecnología muy bien, solo conocimientos básicos de mandar mensajes y contestar llamadas.Por otro lado le he encomendado a Brad una última tarea, averiguar el número de celular de Corina. Quiero llamarle, no sé por cuánto tiempo esté fuera de la granja pero quiero saber de ella, preguntarle como le va y… pedirle perdón.—Espero que el viaje sea rápido, no me gustan los aviones —dice Jeremy—Ni a mí —contesto antes de que la turbulencia del arranque comience.Miro hacia la ventana y cada

Joel:No he podido dormir ni un minuto. El rostro de Corina no me abandona ni un momento, la necesito, deseo tenerla cerca y debo conseguir que ella vuelva.He hecho muchas llamadas y no recibo respuesta, he mandado mensajes de texto. Estoy tan desesperado por saber de ella que me ha creado un dolor de cabeza terrible.Trato de respirar hondo y volver a tomar el móvil para llamarla de nuevo, ¿Qué estará haciendo?, ¿habrá cenado?, ¿pensará en mí?, ¿estará… con alguien más? Niego varias veces. El solo hecho de imaginarla con otro hombre cerca me hierve la sangre.Llamo de nuevo y está vez timbra… lo ha encendido, pero sigue sin contestar. Vuelvo a llamar y timbra una, dos veces hasta que hay silencio y después el sonido de la bocina de un auto.—¿Corina? — pero no recibo respuesta—. ¿Corina,