Una vez fuera del alcance de Maximiliano Tanying coloco sus manos en su pecho con la respiración entre cortado voltio a mirar hacia las escaleras, faltaba unas horas para que amaneciera el frío de la madrugada hizo que la joven se estremeciera de pies a cabeza. No podía dormir en alguna otra habitación ninguna tenía cobijas cuando había recorrido hace unas horas atrás con la intención de encontrar sus cosas todas las habitaciones estaban sólidas y fría. Lo peor era que tampoco sabía a donde guardaban todas las sábanas de cambio. Al ver que no tenía ninguna otra opción que regresar a la habitación Tanying deseo morir. Camino hacia las escalares de nuevo arrastrando sus pies, cuando iba por el quinto escalón recordó que su teléfono móvil estaba en el bolsillo de su piyama con una sonrisa en los labios decidió sentarse un rato para jugar con su celular, haciendo tiempo para que Maximiliano se durmiera y así no intentará pasarse de listo con ella. Después de media hora una sombra se escabu

Resoplo Tanying sarcásticamente — La pregunta aquí es ¿Quién te crees que eres tú para venir a dar órdenes a mi casa?, Esta bien se que eres una de las putitas de Maximiliano no es necesario que me lo digas, deberías agradecer que a menos se te ofrece un plato de comida que por cierto a ti no te ha costado nada sin contar el arduo trabajo de los empleados que tuvieron que hacer para darte tu comida. —Tu ... como ... te atreves— Balbuceo Alison, su furia era tal que ni siquiera podía articular palabra. —Me atrevo porque puedo y quiero— Respondió con arrogancia. —No eres más que una niñata malcriada como consentida que ni siquiera nunca en su vida ha trabajado—bombardeo Alison sin dejar de mirar a Tanying con furia. — No tengo la necesidad de recurrir oh vender mi dignidad por algo de dinero. Por eso tengo a mi querido esposo y su cuenta bancaria disponible para mí, sin embargo, como sabrás conseguir dinero no es nada fácil así que cuido que no se desperdicie en cosas sin importanci

Sentada en su escritorio Tanying escuchaba mientras observaba a sus amigas con una mano apoyada en su barbilla.—Chicos mantengan la calma … Simplemente, Cash ahora está ocupado atendiendo a su novia por lo que voy a estar fuera de sus perversas maldades— Todos abrieron sus ojos y estudiaron cuidadosamente sus facciones. ¿Cómo una mujer que se había casado podría estar tan tranquila ablando de la novia amante de su esposo?, ¿realmente era una mujer de sangre fría?, o el efecto de la belleza sobre natural de Maximiliano Cash no era rival para hacerla caer rendida ante el hombre.—¿Realmente no te importaba ser como el Alce? o estar peor que uno de ellos —Pregunto Emily después de unos momentos Tanying puso los ojos en blanco ante lo que su amiga le acababa de decir ¿Alce? Ella quería decirle realmente que tenía más cuerno que un Alce o ya estaba peor que el Alce incluso podía ganar un Óscar del año por eso. Pensó cuidadosamente.—No me importaría en lo absoluto con tal de poder hacer

 _ Guapo,  estos chicos bellos que ves aquí pagan— dijo Emily  con una  gran sonrisa estampada en sus hermosos labios apuntando con su dedo índice a los tres jóvenes.   El mesero miró a los tres chicos con la intención de saber si era verdad o las chicas ya se habían pasado de copas  y estaban hablando de más. Cuando el rubio que estaba sentado en medio asistió con un movimiento de mano el mesero se marchó.  _ Chicas aún no sabemos sus nombres ni en qué universidad estudian _ cuestiono Carlos sin dejar de mirar a la sexi pelirroja.  Con el vaso de  bebida en su mano Karen miró fijamente a Carlos y dijo: _La alta y hermosa cabello teñido de Lila es Tanying y nuestra hermosa y tierna princesa que vestí el sexi vestido negro es Emily.  Y yo querido,  pues no sé c&

 Al  ver esto Tanying sintió que él lo había confundido todo lo que ella le había querido a dar entender era que si iba a tomar un baño caliente en las otras habitaciones por lo que ella demoraría en el baño. Esto hizo que ella quedar en shock al ver el fornido torso desnudo de su esposo, la otra noche no lo había visto tan bien por el espeso vapor. Los ojos de Tanying miraban detenidamente cada parte del torso desnudo de Maximiliano, que en otra situación la hubiera incriminado de pervertida morbosa. Sin embargo, cuando vio que las manos de Maximiliano estaban desabrochando su cinturón volvió en sí. _ No … No ¡Espera! Creó que entendiste mal yo no quise decir que quería que te bañaras conmigo. Hablo rápi