POV REBECCA Terminamos de almorzar con Alex y ahora estoy lavando, para dejar la cocina limpia, organizada, con la ayuda de el. Todavía no puedo creer que Alex está caminando, lo observó mientras seca con determinación las vajillas.–se me dibuja una gran sonrisa, por qué el asegura que gracias a mi apoyo y contención, hoy puede ser un hombre nuevo. De repente cuando Alex nota mi vista fija en el, voltea a verme y me devuelve la sonrisa.–¿Cuál es el motivo de tu alegría?. Sin dejar de sonreír me acerco a el, lo abrazo, y le exclamo emocionada–¡Me alegra tanto que al fin puedas caminar sin restricciones!.– Me despegó un poco de el, para dejar de abrazarlo, pero el me mira fijamente y se niega a liberar mi cintura. Me pongo sería de repente y apoyo mis manos en su pecho, mientras el va acercando su rostro despacio. Cierro mis ojos para sentir sus labios, pero el sonido de mi celular sonando interrumpe el momento. Me despegó de el, sin que se está vez oponga resistencia. Voy a tomar

Narrador omnisciente Hacen la entrada triunfal Cristian Wilson. Luce un esmoquin blanco tan alto e imponente, todo un adonis. De su brazo derecho se encuentra su futura prometida. Levantando suspiros y miradas de deseo con su micro vestido blanco de escote pronunciado por delante y la espalda al descubierto ¡dejando poco a la imaginación! debajo de ese pequeño pero explosivo cuerpo de diosa. Del brazo izquierdo del caballero viene Rebecca, luciendo un vestido largo negro con detalles de pedrería blanca, más recatado que el de la hija pero no menos exótico. Las dos lucen exquisitas, los medios y la gente del entorno se preguntan si son realmente madre e hija, por qué parecen hermanas. Los flashes no se hacen esperar y los periodistas los avasallan con preguntas a la pareja de portada de revista–Cristian ¿Cual de las damas es tu novia? – señorita, Samara ¿Es verdad que está en una relación con un representante mundial de la moda?. Cristian sin perder la gracia y elegancia, sonriente

SAMARA Entro a la iglesia, ataviada, con mí glorioso vestido blanco. Confeccionado por una diseñadora de renombre, está se asocio con la famosa joyería "Wilson" la cual, pertenece a la cadena de propiedades, del gran conglomerado de mí amado. Esta belleza es una pieza única, las revistas de moda y entretenimientos, lo condecoraron como el vestido más caro de la historia “hasta ahora". Su valor supera los 10 millones de dólares, pues está cubierto de diamantes de 150 quilates. Me parece un exceso, pero que podría hacer yo, ante los deseos de mí prometido. Me considera una princesa y me trata como tal, dice : ¡Que merezco lo mejor siempre!. Voy llegando al altar y fijo mí visión en ese Adonis de esmoquin blanco. Luce ¡Hermoso y perfecto, tanto por dentro como por fuera! Cómo el primer día que lo conocí. Cris, llego a mí vida inesperadamente, a pesar de que todos lo tildaban de mujeriego, fue inevitable caer por el. Cómo no conmover mí corazón, cuando fue mí paño de lágrimas, en medio d

POV SAMARA Estoy sentada en la butaca que ocupa a diario mi amado en su oficina. Lo observó caminar en círculos junto a su fiel asistente indicándole cosas referidas al trabajo, mientras esté último anota todo para no perder detalle en su agenda electrónica, Francis, sabe que mi marido es perfeccionista al extremo. Cris quiere asegurarse que todo marche en regla, antes de partir a nuestra luna de miel, mañana. Mi Adonis luce tan perfecto, tan hermoso aún con su rostro serio y profesional al hablar que dejó de prestar total atención a Katrina, que permanece a mi lado hablando sin cesar. Para embelezarme con mi esposo. De momento, el enlaza su mirada con la mía. Parece que todo a nuestro alrededor se esfuma, solo existimos los dos. Y cuando me regala esa sensual sonrisa que me roba el aliento. Mi corazón galopa con frenesí. Le devuelvo la sonrisa encantada, pero la atmósfera romántica se rompe transportandonos a la realidad a causa de Katrina informando - Hay un hombre bajo la lluvia.