Todos en la sala estaban asustado a mas no poder, debido a que Jerome había demostrado, no solo su gran poder, sino que no tenía límites, sin mencionar que estaba lleno de rencor e ira, la cual no pararía hasta que lograra su objetivo, entre los cuales se encontraba hacer una u otra forma que Eva pague su deuda de haberle arrebatado hace años a su hermana menor al grupo de hechiceros para que no la sacrificaran para apaciguar al demonio…-Esto es mi culpa, todo lo que ha pasado es por mi culpa, porque si nunca me hubieran rescatado, nada de esto habría sucedido.- Dijo Melanie mientras se tiraba al piso a llorar.-¿Qué dices? ¿Entonces que es lo que hubieras sugerido que hiciera? ¿Dejarte para que te sacrificaran a tan corta edad?- Le preguntó Eva angustiada por lo que su hermana había dicho.-Si no lo hubieras hecho, Jerome no estaría obsesionado con hacerte que pag

Durante su juventud,  Jerome Augustyn fue una persona la cual pudo disfrutar de convivir bastante con varios de sus primos, con los cuales contaba y siempre se la pasaban haciendo alguna que otra cosa, desde niños incluso, ya fuese salir en grupo, quedarse a dormir todos en casa de su abuela o de practicar entre todos con sus poderes hasta el punto de hacerse mejores, incluso hacían prácticas de muerte súbita, las cuales consistían en que uno de ellos usaba unas cadenas, las cuales hacían que cualquiera que usara sus poderes sintiera un dolor muy fuerte, para que quien las tuviera no pudiera usarlos mientras los demás si podían usar sus poderes contra él, haciendo de esta manera que la personas que no pudiera usar sus poderes no tuviera que depender el 100% de ellos, ayudando más en sus habilidades de combate en caso de que bloquearan con un hechizo tu magia o algo por el estilo. Pero Jerome también lo

 Jerome ya no era el mismo, no solo físicamente, sino también en todos los aspectos. Todos el sufrimiento y la ira que había sentido desde que nació, hasta esta situación, que fue la gota que derramo el vaso, fueron los que causaron que ya no existiera el Jerome que todos conocían. Ahora se trataba de un demonio de rabia que no tenía interés por nada o por nadie excepto por el mismo, pero quien por los momentos, tenía ganas de mantener su vieja forma, por lo que creo una ilusión que le permitiera verse de la forma en la que el lucia antes…-Suficiente.- Dijo Jerome poniendo fin al recuerdo que le estaba mostrando a su hermana y a su novio, de qué fue lo que lo había cambiado.-Dios mío Jerome, lo que te hicieron no tiene nombre, de verdad me siento muy mal por ti, porque sé que has pasado por demasiado. No es para menos que odies a nuestra madre y creo

Luego de haber culminado su ritual del llamado de la luna, Eva se fue a casa de su familia para darles la buena noticia de que ya tenía todo su poder descubierto.-Familia, tengo algo importante que decir, ya por fin logré despertar todo mi poder por medio del llamado de la luna.- Expresó Eva a sus familiares y a su novio.-¡Dios mío! No tienes idea de lo feliz que estoy por escuchar eso, ya estás tan grande porque eres una hechicera completa.- Dijo la tía Vivian mientras apretaba sus mejillas con cariño.-Felicitaciones prima, ya verás que las cosas serán diferentes porque tendrás más habilitadas que antes, ya que estaban dormidas.- Expresó Franco mientras sonreía de la alegría por su prima.-Recuerda algo prima, aunque ya tengas todo ese poder despierto, debes irlo practicando, es como un músculo, que mientras más uso le des, más

-Despierta dormilón ja, ja, ja.- Dijo Jerome mientras se reía siniestramente.-¿En dónde estoy? ¿Qué vas a hacerme?- Preguntó Stephen confundido por no saber dónde estaba.-Estas aquí por andar de intruso, escuchando cosas que no debías escuchando, por eso es que vamos a tener que darte un castigo, querido.- Expresó Jerome a Stephen.-¿Qué vas a hacerme? ¿Vas darme uno de esos famosos castigos que les has hecho a los demás?- Preguntó Stephen asustado por lo que iba a hacerle.-No te preocupes por eso querido, tengo un castigo especial para ti, perfecto para las personas que están metidas en cosas que no deben, pero bueno, no te preocupes por eso.- Le respondió Jerome mientras se reía.-¡Suéltame! ¡Sáqueme de aquí por favor! ¡No me hagas nada, prometo que no diré ni una sol