Una vez más, el camino para el grupo Delta era silencioso, después de haber visto lo que había hecho Yenneffer todos se sentían un poco tensos, ya no sabían que decir para ayudarla, o al menos sea que se fuera cuenta de que no estaba tomando las cosas de la mejor manera. Vadhir se acercó a Melantha y colocó uno de sus brazos encima de sus hombros para reconfortarla.   -Yenneffer está… Cambiando. Este es una faceta que nunca pensé que llegaría a ver en ella.- Dijo Melantha mientras se abrazaba a sí misma.   -Lo sé, debe ser realmente difícil para ti ver todo esto. Tu amiga cayendo a un hoyo del cual cada vez parece más difícil que vaya a salir.- Contestó Vadhir, quien también estaba muy preocupado por Yenneffer, a pesar de no tener una relación tan cercana con ella, siempre había pensado que eran buenos amigos.   -Sé que a ti también te afecta amor, podrás engañar a todos los demás, pero nunca a mí. No tienes que esconder

Una vez que el grupo Beta se adentró nuevamente a la ciudad junto con Caín, un montón de soldados se encontraban agrupados en la entrada, apuntando sus armas hacia todo el grupo, mientras que Killian tenía el brazo derecho en alto, dando a entender que no atacarán aún.   -Queridos invitados. ¿Serían tan amables de explicarme por qué dejaron entrar al intruso?- Preguntó Killian tratando de entender lo que estaba pasando.   -¡Killian! Disculpa mucho nuestro compartimiento tan imprudente, no se qué estábamos pensando. No tienes de que preocuparte, el es Caín, es un amigo nuestro, viene de nuestra dimensión de origen, el no representa ninguna amenaza.- Explicó Kalena levantando ambas manos y riendo apenada por la confusión.   -Oh… Que alivio saber eso.- Dijo Killian mientras bajaba la mano, indicando a sus soldados que podían descansar. -Cuando los vi ayudarlo pensé lo peor.   -Permítame disculparme pers

-¡Desgraciada! ¡Regresa aquí hija de puta! ¡¿Por qué mierda huyes?!- Gritaba Rheagon al cielo, tenía la intención de Eva lo escuchará, pero ella hace tiempo había desaparecido de su campo de visión. Edmund se acercó a él y colocó una de sus manos sobre el hombro de Rheagon, quien dejó de gritar y volteó a ver a su novio con lágrimas en los ojos, él se agachó y lo abrazó con fuerza, se mantuvieron así por unos segundos antes de que Edmund le hiciera una seña con la cabeza a Rheagon para indicarle que debían ir a donde estaba Laraine. El chico ayudó a su novio a levantarse y ambos caminaron juntos hacia donde el resto estaban reunido. Laraine estaba en el suelo, con un agujero en su pecho, pero aún respiraba, con mucha dificultad. Lyssa se encontraba agachada al lado de ella

El grupo Delta comenzaba a entrar en pánico, ellos conocían bien las habilidades de sus amigos, y sabían que podían cuidarse solos, pero también sabían lo peligrosos que podían llegar a ser. Los habitantes de la Ciudad en el Prado, y ellos no tenían manera de saber cómo se encontraban sus amigos, si y los habían encontrado, si habían tenido que pelear, si habían podido defenderse, no sabían nada. La incertidumbre comenzaba a causarles una gran ansiedad.   -¡Tenemos que irnos! ¡No podemos seguir perdiendo tiempo!- Exclamó Yenneffer levantándose de su asiento.   -Espera un segundo querida. Ustedes están muy débiles por haber peleado conmigo, deberían descansar un poco primero.- Dijo Aspen.   -Gracias por toda tu hospitalidad, por toda tu ayuda y por tu preocupación, pero realmente no tenemos tiempo para eso, debemos llegar…   -¿Tienes idea de lo lejos que están nuestras ciudades? ¿Cuánto tiempo tardarí

-Cada vez nuestro plan avanza un poco más. Bien hecho hija mía.- Respondió Killian entre susurros.   Edlyn se acercó horrorizada hacia ellos ¿Hace un momento estaba acostada en su cuarto y de la nada está en grave estado? ¿Qué es lo que había sucedido? Algo no le parecía del todo bien a la chica, pero en este momento sentía mucha preocupación como para estar pensando en otras cosas. Se acercó a ellos lentamente para no alarmarlos.   -¿Qué le sucedió? ¿Por qué no la lleva con un curandero?- Preguntó Edlyn.   -Si, eso es lo que vamos a hacer.- Killian la cargó en brazos y luego usó el control que tenía metido en su chaqueta para activar un pequeño interruptor, que enseguida comenzó a desprender una pequeña luz roja. En poco tiempo llegó un equipo de personas que la transfirieron a una camilla móvil y se le llevaron lejos de allí.   -Tendrás que disculparme Edlyn, pero…   -Tienes qu