ASTRID. Despierto por algunos rayos que están en mi cara, siento una mano en mi cintura, trato de levantarme pero algo me lo impide. ¡Dios mío! Piezas van encajando en mi cabeza, la vergüenza me carcome por dentro y mi cara esta más roja que la manzana de aquel día. Dejó de moverme para pensar un rato, ¿con que ojos me va ver Damián? ¿Que dirá? ¿Cambiará de opinión?. Intento salirme de la cama pero este sólo gruñe.-Déjame salir, quiero ir al baño. -hablo con mi voz baja, este solo medio se mueve para que yo salga. Ya en el baño hago mis necesidades, me doy cuenta que mi entrepierna duele, no es un gran dolor pero si algo me duele, me quitó la camisa y observó mi cuerpo en el espejo, una mordida

NARRA ASTRID.—Astrid amor, despierta —susurra nada más y nada menos que Damián.—Cinco minutos más —respondo adormilada.Escucho su risa y me giro quedando frente a él.—Amor llegarás tarde a tu vuelo, por mi no hay problema que no vayas y te quedes conmigo, pero tú dices que es muy importante —besa mi mejilla.—Si verdad el vuelo.Me levanto de golpe de la cama y voy directo al baño a tomar una ducha.Me desnudó ya estando en este y me meto en la regadera y ducho r&a

Narra AstridMe doy la vuelta lentamente con una sonrisa.—¿Qué haces aquí? —pregunto aun sonriendo.Damián se acerca a mi a paso rápido.—Tenemos que hablar Astrid y es ahora que debemos hacerlo.Asiento y le hago una seña a Emma para que se vaya.—A Emma la están esperando en la granja.—No trajiste a Eliel ¿verdad que no? —esté asiente.—Vamos al auto —señala un BMW M4 Gris metál

Narra Astrid. Una vez terminamos esa pequeña charlas entramos juntas "Al matadero". —¿Qué tieneS sobre Ian e Aaron? —preguntó cambiándome de ropa. —Se han mudado a una ciudad cerca de aquí, pronto nos llegará la información, una vez llegue te la mandaré y Fredy nos los traera directamente aqui. Yo asiento en respuesta y caminamos a donde se encuentran nuestras víctimas. —Bueno, empecemos —susurro abriendo el mismo maletín donde se encontraban todas las armas.Veo a Mike forcejear así que le quito la amordaza. —Astrid, no hagas esto. —Agr, cállate, como quiera lo haré --digo ya cansada de todo esto. Me quedo callada unos minutos al escuchar a Damián hablar en mi mente. TE DIJE QUE NO MATARAS A NADIE, YA SÉ DÓNDE ESTÁS. Ruge en mi mente. —Emma.. Tenemos que hacerlo rápido —Digo desatando Jaime. Una vez lo desató pongo el collar explosivo en su cuello. —Si no obedeces morirás, así que