Emm V.O.PCuando levanté la mirada, vi como entró en mi despacho el Ruso. No esperaba que se dignara a venir a mi despacho a pedirme perdón.Nada más entrar se disculpó conmigo, lo que me sorprendió es que no supiese quién era yo. A cuento de que me pregunta si Furia me entrenaba? lo único que deje igual en el despacho, son las fotos que tenía mi padre de nosotros dos y de las  competiciones que mi padre veía más complicadas para mí  ganarlas.Todo lo que me enseñó, todas las rutinas que me hacía realizar aunque no fueran acordes a la edad.Ruso habló y me saco de mis pensamientos. Me pidió disculpas por haber actuado así conmigo, incluso me invitó a comer.Acepté sus disculpas y su invitación a comer. Aunque le puse una condición, escogía yo el sitio donde

Emm V. O. PAl acabar el entreno, termine de recoger lo que habíamos usado, y salí hacia los vestuarios.Cuando salí, me cruce con Cobra. Estuve hablando con él del entreno con el Ruso.Se suponía que habíamos dicho de ir a tomar algo al terminar pero le ha surgido un imprevisto y no va a poder ir. Realmente me apetece salir un rato y desconectar.Cobra preguntó que pasaba por mi cabeza, puesto que me conocía desde pequeña y sabia que algo me rondaba la cabeza. Es verdad que echo en falta entrenar de lo mío, aunque la verdad es que no estoy convencida del todo en volver a competir en arte marciales mixtas.Podría seguir haciéndolo pero me falta mi padre. Siempre entrenaba con mi padre y contigo, y ahora que no está, siento que me falta algo. Pero lo que tengo claro es empezar otra vez los entrenamientos, así que le

Ruso vopCuando salimos del restaurante, fui directo a mi casa. No dijo nada cuando se dio cuenta de donde estábamos. Así que al bajarnos de la moto, la agarre de la mano y fuimos directos al ascensor de mi casa.  No podía contener más las ganas de poder tocarla, besarla.. Y sin más autocontrol, lo hice.  Nos empezamos a besar, a acariciar nuestros cuerpos. La bese con fuerza, ella no ponía ninguna resistencia, a lo mejor lo deseaba tanto como yo, o simplemente le gustaba lo que experimentaba. Habíamos salido alguna que otra vez con los demás, pero esta vez no tenia nada que ver con las demás salidas. Esta vez estábamos solos, no hacia falta disimular... No nos pudimos controlar en esta ocasión...Entramos a mi apartamento, fuimos hacia la cocina y nos pusimos algo para beber. Realmente me sorprendió e