21. Comienzo . Estaba mirando a Sebastián al escucharlo decir esas palabras a Matt. Se gira sin titubear hacia donde estaba, abre los ojos grandes y mueve su cabeza como pidiéndole una rápida explicación de lo que estaba diciendo pero Matt lo único que puede hacer es mover los hombros hacia arriba y una mueca con su boca.Rápidamente agarra el brazo de su jefe del club — Está ebrio, no puedes creer todo lo que diga una persona en ese estado. Me entiendes, ¿no? — riéndose mientras intenta tapar todo para que nada se arruine.Aleja la mano de su cuerpo — No me interesa tu vida por mi te puedes ir al infierno con quién quieras pero acá tienes que cumplirme y respetar tu empleo —  dice enojado.Empuja a Matt hacia el pasillo para que no hablará más. Y regresa con Sebastián — Prometo que no se repetirá &mdash

23. “Enamorado ” Después de esa noche todo termino siendo como Matt esperaba. Sam no se había ido, la tenía todo sin quejarse y al despertarse los dos juntos en la misma cama quedo más que claro hasta qué punto de seriedad iba la relación. Tal vez, si quedaban dudas de algo ahora todo estaba dicho con actos, no era algo pasajero quizás era algo que podía llegar a ser duradero mientras puedan mantenerlo así.La observaba tan radiante, única y hermosa que temía no poder controlar sus sentimientos y que todo sea mucho. Tampoco buscaba enamorarse pero desde que ella apareció en su vida, todo cambio y nada volvió a traer al antiguo Matt. Jugaba con sus dedos recorriendo el rostro dormido de ella, comenzaba a moverse y sonreía — Ya es tarde — susurra ..Se remueve en la cama — Cinco minutos más — le pide .Ma

25. El pasado .El pasado le estaba golpeando la puerta sin darle chances de poder cerrarla para siempre. ¿Qué recuerda?...Ese amor loco de verano, esa noche bailando como siempre hasta que ve a un chico sentado sonriendo saludándola con el vaso de cerveza en su mano y guiñándole el ojo. Le devuelve el gesto con una sonrisa, días pasaron que fueron así sólo con gestos y nada más.Le agarra el brazo — Necesito que vengas a bailarle al hijo de mi amigo. Compórtate porque es un muchacho ricachón y no va a tolerar tus idioteces, ¿Si?— dice seriamente.Se suelta — Ya sé hacer mi trabajo, Sebastián— dice caminando hacia donde le indica.Al darse cuenta que ya estaba frente a ese muchacho, sonríe al notar que era el mismo con el cual se compartían gestos. Lo saluda con un beso en la mejilla, cosa que nunca hace con nadie y se presenta mientras su antifaz seguía ahí en su rostro sin moverse. La música comenzó, su cuerpo se comenzó a mover al ritmo de los

Sonríe al verlo así como antes. Estaba viendo al mismo hombre que la supo enamorar con su carácter, con ese brillo en la mirada que tanto la podía y esa sonrisa que la perdía hasta la locura. Lo abraza — Si quiero empezar de cero contigo — susurro en el oído.Le da un beso en la mejilla y hace que lo mire — Te quiero —  dice sonriendo.Un golpe en la puerta hace que se separen, Matt va hacia la entrada de su oficina para ver quién era que los molestaba. Abre y ve a su secretaria agitada con la camisa en sus manos, la agenda semiabierta y su cabello en el rostro tapándole la visión.Esa secretaria le recordó a ella en todo sentido, su primer día en lugar completamente diferente a lo que acostumbraba hacer y más con un jefe como Matt. Se queda mirándola fijamente, esos nervios brotando por todos lados, esa mirada llena de miedos por cometer algún error y sus manos temblando producto de sus inseguridades . Traiga tantas cosas en las manos, la respiración acelerad