“Señor Crawford, ¡el hecho de que usted haya logrado entrar al Reino de la Runa a su edad es inmensamente admirable! Dicho esto, espero que usted pueda decirme qué rango tiene actualmente dentro de ese reino…”, preguntó Yeshua. “A decir verdad, tampoco estoy muy seguro de eso. Sin embargo, recuerdo que uno de mis subordinados me dijo que necesitaba el Sceolium del Maestro del Anillo de la Destrucción para verificar mi rango”, respondió Gerald. “Ah, el Escuadrón Dragón siempre tiene Sceolium con nosotros. Si se pregunta cómo se usa para determinar el rango de una persona, básicamente detecta el contenido del qi esencial de una persona. Con esa información, uno podrá determinar qué rango tiene realmente. Dicho esto, ¿por qué no lo intenta, señor Crawford?”, preguntó Yeshua, quien parecía algo muy interesado en complacer a Gerald a pesar de haber cumplido con todas las solicitudes anteriores de Gerald. Después de la aprobación de Gerald, Yeshua se acercó a una estantería, en su ofic

A causa de eso, muchos grandes maestros, que los pescadores habían contratado, terminaron siendo masacrados por el Demonio Encarnado. Incluso los pescadores que habían sobrevivido pronto murieron en manos de ese monstruo... Al final de todo, el único que quedó vivo fue el tonto... Sin embargo, después de presenciar todas esas muertes, el tonto de alguna manera pudo recuperar su ingenio y volver a pensar con normalidad. Ahora capaz de registrar todo lo que había sucedido, se encontró tan enojado como los pescadores anteriores, y pronto también se sintió impulsado por la venganza. Con sus capacidades mentales restauradas, el hombre pudo recordar un incidente que le había sucedido cuando era mucho más joven. Esencialmente, una vez se había encontrado con un hombre excepcional que le había advertido que algún día llegaría a su aldea una persona extranjera y maliciosa parecida a un demonio. Un monstruo que tenía tres ojos, pies grandes y cabello bastante largo. El hombre excepcional

Sin embargo, en el momento en que se giró para mirar a la otra chica, Gerald descubrió que sus párpados temblaban sin parar. Después de todo, él se había encontrado con muchas pero muchas bellezas a lo largo de su vida, pero aún así se sorprendió por lo deslumbrante que se veía esta mujer. Con un vestido largo y elegante, la otra mujer tenía rasgos faciales exquisitos y un cuerpo exuberante, además. Aunque definitivamente llamaba la atención, ella era relativamente más distante en comparación con la mujer de la cola de caballo. La deslumbrante mujer solo se enderezó el cabello, que había estado volando por todo el lugar debido a la brisa del mar, mientras observaba a Gerald de pies a cabeza. Después de un breve momento, ella desvió la mirada, claramente habiendo perdido interés en él. Sin embargo, eso no pareció molestarle mucho a Gerald, ya que de todos modos aún no se había recuperado de su anterior sesión de duelo. No obstante, él luego preguntó de manera casual: “… ¿Sí? ¿Hay

Fia, al ser alguien con un antecedente familiar extremadamente bueno, siempre tuvo un sentido de superioridad sobre la gente común. Sin embargo, después de escuchar sobre los antecedentes familiares de Yosef, sus ojos se iluminaron de inmediato mientras le echaba un vistazo al Joven Amo Jenks. Después de intercambiar algunas bromas sencillas, Yosef se preguntó: “Por cierto, Beau, ¿por qué tardaste tanto? ¿No prometiste llegar hace unos días?”. “Ah, ni siquiera me hagas empezar con eso... Mira, durante mi ausencia, se han producido cambios masivos y bastante drásticos dentro de la Ciudad Jenna, así como en la estructura clandestina de Weston. Teniendo eso en cuenta, ¡he estado ayudando a mi padre a lidiar con la situación todo este tiempo!”, respondió Beau. “Creo que también escuché algunas noticias sobre eso… Palacio Sacrasolis, ¿verdad? ¿De dónde vino esa gran fuerza? Según me dijo mi padre, ¡varias familias prestigiosas e incluso algunas fuerzas clandestinas en Yanam ya se han

No obstante, Gerald no pudo evitar asentir con una sonrisa. Ella no era para nada una mala mujer, y aunque sus palabras fueron casuales, le dieron a Gerald una cálida sensación en su interior. ‘Qué raro encontrar hoy en día a una mujer tan amable... Me pregunto si el destino había planeado que nos conociéramos…’. Teniendo eso en cuenta, Gerald sintió que también podría aprovechar esta oportunidad para concederle uno o dos deseos. Después de todo, el dinero no era un problema real para él y no le importaba gastar una gran suma siempre que le consiguiera lo que quisiera o le diera acceso a una habilidad que ella quisiera aprender. En cierto modo, esta era su manera de devolverle su amabilidad todo este tiempo. Su línea de pensamiento se interrumpió cuando el Joven Amo Turnbull, que todavía estaba en el escenario, agarró el micrófono antes de decir: “¡Damas y caballeros! ¡Por favor hagan silencio!”. Al escuchar eso, todos se quedaron en silencio de inmediato. Honestamente, estaba