LUNA DE SANGRE
LUNA DE SANGRE
Por: Martina nazzo
Capítulo 1

A sus 21 años, Alexia ya se había resignado a no encontrar a su Mate.

Los licántropos tienen solo una pareja posible en la vida, que recibe el nombre de Mate, que quiere decir, compañero.

Esto sucede por obra de la luna, que reciben la mitad del alma de un lobo a falta del alma humana, completando dos almas humanas, con dos medias almas lobunas.

Como solo poseen su alma a medias, necesitan a esa otra persona para sentirse completos y siempre se sienten impulsados a salir en su búsqueda.

Pueden percibir cuando ellos se sienten tristes, aunque estén lejos, sentir celos, aunque sean desconocidos, incluso sentir su aroma, aunque haya pasado un día desde que pasó por el lugar.

Quizás al verlo por primera vez sienta un escalofrío o también puede soñar la noche anterior con su otra mitad.

En raros casos, encuentran a su compañero en un humano. En otras ocasiones, son incapaces de encontrarlos por lo que se quedan incompletos.

Cuando la pareja decide estar junta de por vida, se hace la unión, que consiste en morder el cuello de tu pareja, por lo sus esencias se combinan y así otros lobos saben que se ha unido a ella.

Con ese lazo, ambas partes no pueden enamorarse de otras personas, en su corazón solo existirá su mate, por el resto de su vida.

Lauren había leído ese tipo de historias toda su vida, le encantaba imaginar cómo sería ese mundo en donde todo parecía mágico.

Ella cierra el libro con una sonrisa en su rostro, siempre había querido ir al parque temático de Ulshurky Studios, un universo en donde te dejaba entrar al mundo de Lobos y criaturas, era lo más parecido a la realidad que puedas vivir.

Por supuesto que la chica no se imaginaba ni por lejos que esa podría ser su propia realidad y no esperaría por mucho.

La puerta de su habitación es abierta con brusquedad, haciéndola saltar en la cama del susto.

—Oye, niña ¿Piensas quedarte toda la tarde sin hacer nada o vas a ponerte a limpiar la casa?

Lauren mira a su padre por un momento, pensando en porqué ella tiene que estar pasando por una situación como esa.

Es increíble imaginar que la única persona que tienes en todo el mundo te trata peor que a una basura. Su padre era un alcohólico que ni siquiera le importaba su propia vida. Se había hecho cargo de ella por el simple hecho de que el gobierno le pagaba un bono por asistir a la universidad y no tener empleo, entonces su padre gastaba toda su beca en sus vicios.

Lauren no tenía mucho por decir, era lo único que tenía y no había lugar a dónde escapar. Ella no tenía a ningún integrante de su familia, ni tampoco amigos que pudieran rescatarla.

Su madre había muerto cuando ella nació, por lo que ni siquiera tiene idea de cómo sobrevivió hasta ahora bajo las alas de este hombre.

—Estoy leyendo un libro que me enviaron en la universidad —responde Lauren con calma

—¿Y eso que diablos me importa? —gruñe—. La casa está sucia y ya tengo hambre. No sé qué esperas para levantarte.

—Creí que querías conservar tu beca —murmura por lo bajo

—¿Que dijiste niña? —el hombre se acerca con odio, caminando hacia ella y tomándola del brazo—. No quiero volver a repetirlo. Vete a la cocina y hazme un pedazo de carne con huevos.

Lauren aprieta su mandíbula, pero decide no decir nada sobre el dolor insoportable que siente en su brazo. Discutir con él solo provocará que la golpeé, como la ha hecho algunas veces cuando se negaba a hacer las tareas de la casa.

Ella se odiaba por ser tan cobarde, esperaba que después de este año, con los ahorros que había guardado de pequeños trabajos en la cafetería pueda tener algo de suerte y largarse del pueblo.

Cualquier lugar será bueno, la única condición es que esté a salvo y lejos de ese hombre. Pero lo que ella no sabía era que su deseo estaba a punto de cumplirse, porque alguien estaba buscándola.

Y no solo era deseada por una sola persona, sino por una especial, pero detrás de ella había un clan que la estaba observando desde hace tiempo.

Un par de brujas, camufladas con su belleza, estaban asechando en el pueblo. Ellas ahora mismo se encontraban en un bar cercano, hablado sobre lo que ocurriría la siguiente noche.

El sitio era bastante decadente, podía especificarse como turbio y oscuro. Solo lo iluminaba en su interior un par de faroles de luz amarilla, que era lo que tanto les gustaba a los hombres que iban a beber a esa hora, por el simple hecho de que les daba privacidad y anonimato. Sobre todo, a aquellos que no pertenecían allí.

No había muchas personas aquel martes en la noche, la mayoría de la gente en el pueblo debía trabajar y era una gran oportunidad para que pudieran tener esa privacidad de estar bebiendo y charlando sin que nadie las escuchara.

—¿Cuántos lograste encontrar? —le pregunta Margot a la mujer que tiene al lado. Ella sonríe con malicia y saca una libreta que tiene en el abrigo.

—Muchos de ellos. Estamos casi completos, solo nos falta la frutilla del postre —le muestra a su hermana sus dientes perfectos

—¿Has logrado hablar con el alcalde?

—Si, fue bastante fácil. El idiota se deja deslumbrar con un cuerpo bonito y algunos minutos de placer —se ríe—. Quizás también ayudó el hechizo que le hice.

—Eso es fantástico, cada vez mejor, Sitcard. ¿A quiénes tenemos hasta ahora?

—Samantha Houmet. 10 años —busca la página y se la muestra.

La mujer había logrado obtener fotos de los registros, por lo que tenía con detalle lo que necesitaba. Su hermana sonríe y comienza a leer.

—26 de enero, perfecta para la primera captura. —comenta Sitcard—. Luego lo tenemos al niño —anuncia mostrando la siguiente página—. Eliot Joitfiz, 6 años. Su cumpleaños es el 14 de febrero.

—Y lo ha acomodado por fechas, por eso fuiste la elegida para esto —comenta con alegría—. Continúa por favor.

—James Archer, 5 años. Cumpleaños 1 de marzo. —ella sonríe—. Harry Rider, 8 años. 8 de abril —ella habla mientras intercambia las páginas y muestra fotos de las próximas víctimas.

—Espectacular —la anima

—Olivia Rider, hermana de Harry. 10 años. 27 de mayo.

—¿Dos hermanos? —pregunta

—Madre soltera, vuelve tarde en la noche, será fácil de atrapar.

—Continua, genio.

—Emily, 4 años. Junio —Margot asiente—. Sophia, 7 años, Julio. Amelia y Jacob Stone. 4 y 5 años. Hermanos. —aclara su garganta—. Agosto y septiembre.

—Maravilloso.

—Thomas y George. 13 años. Noviembre y diciembre.

—Hermana, no quiero cuestionar tu sabiduría, pero ¿No falta un niño en octubre? —la mujer se ríe

—Disculpen, señoritas —un bello chico se acerca a ellas y les sonríe— ¿Desean tomar algo más? —ambas lo miran con recelo, a ellas no les gusta ser interrumpidas

—¿Acaso te hemos llamado? —cuestiona Margot

El chico comienza a sentirse intimidado por sus miradas, por lo que traga con dificultad y asiente.

—Lo siento mucho, estaré allí por si me necesitaban —él desaparece más rápido de lo que pueden imaginar. Ambas se ríen y comienzan a reír.

—Bueno, al menos podrías haber pensado de que nos divertíamos con él luego —comenta Sitcard

—No necesito ser amable para eso. Tenemos el hechizo de belleza y atracción, luego me ocupo de él —sonríe y lo mira, él la estaba observando totalmente embobado por su belleza—. Sigamos con nuestro asunto. ¿Puedes responder lo que pregunté?

—Por supuesto, hermana. ¿No te has olvidado de alguien? —ella levanta una ceja—. La chica que buscamos está en este pueblo. Fue la razón principal por la que viajamos aquí, la queremos y ella estará para nosotras.

—¿Lograste encontrarla? —ella asiente

—La información era cierta. Ella está viviendo en el pueblo con su padre

—¿Con su padre? —Margot hace una mueca

—Ni siquiera te preocupes, querida. Él es un alcohólico inservible, podemos ocuparnos de ella en un abrir y cerrar de ojos.

—¿Estás segura de que se trata de la misma chica?

—Si. Su nombre es Lauren, ella vive por aquí. Los jueves por la noche suele regresar tarde de la universidad y será fácil de atrapar. La chica no sabe nada de la vida, este pueblo es prácticamente fantasma y estoy segura de que nadie se dará cuenta de su ausencia.

—Tu inteligencia me enorgullece. ¿Has hablado con las demás de cuándo será el gran día?

—Están de acuerdo con que primero atraemos a los demás. El postre va para lo último, así que la caza comenzará mañana y terminará el jueves por la noche.

—Entonces es nuestra última noche de descanso. ¿Qué piensas de divertirnos un poco? —comenta con una sonrisa

—Oh, eso sin dudas. Pero primero, quiero guardar esto. Es importante —dice poniendo la libreta en su bolsillo otra vez.

—¿Quién te interesa de aquí?

—El moreno de la esquina. Vamos por él —anuncia.

Probablemente no era una casualidad de que aquel hombre fuera nada más ni nada menos que el padre de Lauren. Sitcard tenía su secreto y ese era que había elegido este bar porque precisamente el hombre lo frecuentaba.

Ella debía quitarle información, hacer que el hombre terminará seducido y finalmente quitarlo de encima aquella noche del jueves. Ellas podrían luchar contra él, pero preferían no romperse una uña y solo lidiar con la chica.

31 de octubre del 2018

Se habían cumplido los 300 años de la última noche de Halloween que había coincidido con la luna de sangre, por lo tanto, era una de las noches más sagradas para las brujas, quienes esperaban tanto tiempo para hacer el ritual más poderoso de los siglos.

Ellas habían organizado capturar a 11 niños diferentes, cada uno de ellos festejaba su cumpleaños en cada uno de los meses del año. En el caso de la persona número 12, lo que sucedía era que ya no era una niña, sino que tenía 21 años, pero era la más codiciada por todas ellas, ya que, por venganza, querían su sangre.

¿La razón?

Aún no sería revelada, pero el secreto era tan importante para ellas como para la protagonista. La chica ni siquiera se esperaba que eso pudiera cambiarle la vida, tanto para bien como para mal.

Cuando el sol cayera, el único objetivo era buscar a aquella ojiverde para completar el ritual a medianoche.

POV ALEXIA

Fue uno de los días más duros de trabajo. Nunca me había imaginado que por hacer una travesura terminara recogiendo la leña que necesitábamos para toda la semana.

Había terminado con todas las tareas que mi padre me había ordenado, ahora me encontraba tirada en el pasto, intentando recobrar el aliento después de recorrer el lugar durante tanto tiempo.

Mi padre siempre fue muy correcto, no iba a dejar pasar por alto que faltara a una reunión importante por estar averiguando sobre mí alma gemela.

Después de todo, pienso que fue bastante considerado con la tarea asignada, hubo veces en los que fue peor.

Escucho unos pequeños pasos acercándose, pero no me preocupo porque ya sé de quién se trata. Por eso mismo sonrío y espero su presencia, ella no es para nada silenciosa.

—¿Qué haces? —mi hermana menor se acostó a mi lado, mirando el atardecer

—Nada, solo intento descansar. ¿Y tú?

—Te buscaba.

—¿Ah sí? ¿Para qué?

—Son muchos asuntos, pero lo primero es que te extrañaba. ¿A dónde fuiste todo el día? —la miro y me río, ella es muy tierna

—Trabajé. Papá me envió a buscar leña y tuve que hacerlo hoy. Ayer me escapé de una reunión y él no lo toleró.

—¿Y él solo te envío a traer un poco de leña?

—Si. Fue bueno esta vez, supongo que lo conmovió mi historia y fue un poco más dócil. Aunque intentaré no hacerlo la próxima.

—Supongo que es lo mejor —hace una mueca

—¿Dónde está Jack? —pregunto refiriéndome a nuestro primo

—Él está en casa. Hoy por la tarde se ha roto un brazo cuando quiso pelear con Brad.

—¿Se ha roto un brazo o de lo quebró Brad? —ella se ríe

—Se lo quebró. Pero él prefiere decir que no

—Él debería controlar su temperamento después de todo —suspiro

Eso será trabajo de mi padre, en el último tiempo Jack ha estado muy rebelde y temo que pueda hacer una travesura mayor. Apenas cumple los quince, pero está haciendo cosas que a ningún miembro de la manada le gusta.

—¿Sabes qué día es hoy? —pregunta ella luego de un largo rato

—Si Lizz, lo sé —hago una mueca

—Nos reuniremos en la cueva del este, papá ha dado el aviso a la manada. ¿Vendrás?

—Debo ir. No quiero recoger leña de nuevo. Es divertido solo la primera vez.

—Supongo que sí, después de todo él quiere ponerte al mando.

—Y le he dicho que Maison está mil veces más preparado, pero no lo quiere entender —dice refiriéndose a mí hermano menor

—Eso no es algo que puedo discutir contigo —responde haciendo una mueca.

Me quedo callada, no sé qué responder a eso. Sé que estoy preparada, pero no sé si podría ser responsable de una manada tan grande. Apenas cumplí 21, y todavía no tengo idea de lo que quiero para mí futuro, eso es triste.

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