CAPÍTULO 2 –El nieto de los Archer

Mi llanto cesa cuando escucho que la puerta se abre, unas risas me indican que eran unas chicas. Esperé a que se fueran, pero de pronto abrieron la puerta y una de ellas tenia una cubeta en las manos y me arrojaron el contenido.

—Listo. Así te ves mucho mejor, cerdita.

Mientras se reían, se largaron. Ahora me doy cuenta que había sido una humillación completa pues ellas le pusieron la cereza al pastel de b****a. Mi pecho se oprime mientras sollozando le meto seguro a la puerta para que nadie entre mientras espero que la blusa se me seque.

No podía perder más clases, soy nueva y por lo tanto mi futuro depende de mi misma así que, aunque no quisiera salir, lo hice, recogí todo el valor y con la camisa aun empapada, Sali del baño para continuar un día que seria largo.

Durante las clases siempre fui la primera en responder las preguntas del profesor recibiendo elogios de su parte y las risas de mis compañeros que, en cada oportunidad, me lanzaban bolitas de papel y me enviaban notas con apodos de: gorda, cerda, Fiona, entre muchas más que no quería recordar porque lloraría si los recordaba.

Saliendo de ultimo siento que mi celular repica y al ver la llamada del señor Archer la tomo de inmediato para decirle que estoy saliendo, pero su respuesta me descoloca ya que después de lo que paso hoy, no me sentía capaz de irme sola en el autobús.

—Tuve que ir por abonos para las hortensias de Harley, pero el tráfico a estas horas es demasiado, no podré ir por ti.

—Señor Archer yo…

Tenia miedo de decirle que no que quería irme en el autobús.

—Supongo que el autobús acaba de salir, así que le diré a mi nieto que te lleve a casa.

—¡No! Espere ¿Qué?!...

—El usa un auto negro…

Me dio todos los detalles del auto y luego colgó dejándome tan helada porque no quería irme con nadie más.

—¿Por qué a mí?

Comienzo a dar vueltas mientras me comía las uñas sin saber que hacer ya que era tarde y era m única opción de no irme sola caminando en medio del bosque donde pueden haber lobos de verdad.

—No tengo de otra.

Sali afuera, esperando a que todos se hayan marchado menos el nieto del señor Archer se supone que estaría esperándome, pero para mi desgracia estaba todo el equipo de la preparatoria y cuando me vieron a lo lejos, noté que se reían de mi.

Nerviosa busco el auto con las descripciones y al verlo detrás de los dos chicos que hicieron de mi día una pesadilla. Uno de ellos era el dueño del auto y no me iba a rebajar a hablarle así que sin pensar opté por caminar.

—Sube al auto.

Mi cuerpo se petrifica al oír a uno de ellos hablar, volteo y veo que el chico algo rubio me mira con seriedad. Sus amigos se burlan al verme temblar.

—Que no oíste lo que te dije.

No sabia que hacer así que terminé siguiendo su orden, me acerqué a su auto que se encontraba cerca de los otros chicos, ellos se hacen aun lado y observo el auto al no entender como abrirlo.

—Subete.

Cuando lo siento cerca me aferré a su chaqueta y el confundido por mi acción me observa sin expresión alguna.

—No.. sé… como abrirla.

Todos se carcajearon al oír mi murmullo, pero el de inmediato me mostró como hacerlo y la abrió por mí, entre y me senté en el asiento de copiloto, al poco tiempo se sube el y lo pone en marcha, escucho a sus amigos quejarse, más él, las ignoró

Me sentía tan incomoda porque estaba segura que él estaba molesto por llevarme a la casa de sus abuelos. No puedo ni siquiera creer que él sea el nieto de los señores Archer, es… tan opuesto a ellos porque a diferencia de ellos que son tan amables y cariñosos a su forma, este chico a mi lado demuestra un comportamiento arrogante, frio, un chico de pocas palabras que me intimida con su aura intimidante.

—Eres estrella, ¿no es asi?

—¿Eh?

—Tu nombre…

—Ah, si, soy esa.

«¡Queeee! como soy tan tonta y decirle que soy esa… ¡Que idiotaa soy!»

—pfss… —escucho una leve risa que me hizo sentirme más avergonzada e incómoda de lo que ya estaba. —Supongo que ayer llegaste al pueblo.

—Este… si, ayer mi señor... digo, el señor Archer fue por mí a la terminal, —porque tengo que meter la pata con él. —Son unos señores muy amables.

—Así son siempre, y mas con las personas que lo necesitan.

Estrecho mi mochila mientras mi corazón se contrae al sentir un agudo pinchazo por las duras palabras que taladraron mi cuerpo entero, una lagrima se me escapó, pero rápidamente la limpié al sentir que me estaba observando cada cierto tiempo.

Al estacionar el auto, salí corriendo como alma que lleva el diablo, intenté abrir la puerta rápidamente porque no quería que me alcanzara y siguiera restregándome en la cara que soy pobre y que si estoy estudiando en su preparatoria es por la beca que obtuve

—¿Qué te pasa?

—¡Ahh!.. —mi corazón palpita como loco al tenerlo a mi lado. —¡¿Qué… como es que?!..

—¡Asher! —la señora Asher abre la puerta y al ver a su nieta lo abraza. —Que alegría verte.

—Hola abuela. —por primera vez lo veo sonreír con naturalidad y se veía perfecto —Lamento la demora pero la alguien se tardó mucho en salir.

—¿Pero... que te pasa cariño? tus ojos…

—Perdón… yo… subiré a hacer mi tarea.

No quería ser mas humillada así que me encerré en mi habitación y me lancé sobre la cama mientras mis lagrimas se derraman y empapan mi almohada que ahoga mi llanto y dolor por todo lo que me había pasado el día de hoy y el golpe final me lo dio el chico que hizo latir a mi corazón a mil por segundo, es horrible y lo peor es que me siento sola.

—Estrella, cariño... —la señora Harley se encontraba del otro lado de la puerta. —¿Pasa algo?

Recordando las palabras de mi padre de que no debo causarle problemas a los Archer, limpié mis lagrimas antes de abrir un poco la puerta.

—Todo esta bien. —sonrío forzosamente

—¿Puedo pasar? —no podía decirle que no ya que después de todo, esta es su casa. Me toma de la mano y me lleva al borde de la cama. Me observa detenidamente —Sabes… la ultima vez que abrimos esta habitación, fue cuando nuestra hija Alicia regresó de Italia. Desde entonces, se ha mantenido con llave. —no tengo los ánimos de escuchar sobre su familia que eran ricos. —Estrella, desde el momento en que ocupaste esta habitación, te convertiste en nuestra hija, no te exijo que me digas lo que te pasó, solo me preocupo por ti y desearía saber que es lo que te esta incomodando, si es por nosotros..

—No, no… ustedes han sido muy amables conmigo, me han acogido como una hija mas… solo que… —y ahí estaba ese dolor de nuevo intentando a obligarme a quebrarme, pero me fuerzo a no hacerlo y causar problemas. —Solo… extraño a mi familia. —mentí

Ella me observa con tristeza y me abraza —¿Estas segura de que es eso? ¿No pasó algo anormal en la preparatoria?

—No, de verdad, es solo eso, no pasó nada, en realidad me fue genial, los profesores se quedaron sorprendidos de que fuera la única en responder correctamente.

—De acuerdo. —sonríe con esa dulzura que la caracteriza. —Te traeré la cena, les diré a los demás que estas enfermas, querían conocerte, pero veo que estas un poco nerviosa y asustada. No me tardo.

Ella sale de la habitación y cinco minutos después vuelve y deja mi cena sobre el escritorio de madera donde se encontraba mis pocas cosas.

—Solo te pediré una cosa, no te duermas antes de que tomas vuelva, el… tiene algo de darte.

—¿Algo? ¿Qué es?

—Solo espera y veras que te gustará.

Sale y me quedo de nuevo sola, al levantarme, intento olvidar lo que pasó así que tomé una ducha para quitarme la suciedad del agua que tenía aquella cubeta, al salir del baño con una toalla, me acerqué para tomar mi comida observo que falta un tenedor. La puerta fue golpeada un par de veces de nuevo así que pensé que era ella que había regresado para darme el tenedor.

—Señora Archer…

—Hola. —al ver a Asher de pie frente a la puerta de mi habitación me paraliza —¿Puedo entrar?

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