Capítulo 2.

Narra Marcela.

¿Alguna vez se han comido las gomas de los lápices? Pues yo sí, el día de hoy me había devorado dos gomas de borrar; los nervios me tenían a punto de colapsar mis ojos no se despegaba de aquel reloj de pared que está en el salón de clases, contaba los minutos para volverlo a ver y cuando llegó la hora de hacerlo dentro de mi estómago no solo había mariposa, sino que  se encontraba el zoológico completo.

No pude decirle más que un Hola, ¿cómo está?, sentía que estaba actuando como tonta, pero al parecer eso a él no le molestó porque me llevó en su pequeña moto y para mi asombro él no me dejó en mi casa, sino que me llevó a un parque donde compartimos  un helado como lo harían una pareja de novios, estando allí me dio mi primer beso y desde ese día oficialmente me había convertido en su novia. Todos los días solíamos ir al mismo parque donde nos besábamos y como era un lugar bastante solitario solíamos hacer unas cuantas cositas más.

En varias ocasiones le hice uno que otro orar allí mismo, realmente lo disfrutaba porque lo amo con locura y él es mi sueño hecho realidad mi Brandon es lo mejor que me ha podido pasar, pero como la felicidad del pobre dura poco la familia de Brandon, si tienen  los recursos económicos para enviarlo a estudiar a  los estados unidos donde se fue por más de cinco años manteníamos una relación a distancia porque como sabrán yo tuve que buscar un trabajo de medio tiempo para continuar con mis estudios, pero estos eran tan caros que mi sueldito no me daba para pagar casi nada y eso que estaba estudiando en una universidad pública, así que no me quedó más que dejar de estudiar por un año y mi Brandon me dijo que una vez él termine sus estudios nos casaremos y él se encargaría de pagarme la universidad para que yo termine mi doctorado en medicina.

Una mañana antes de irme a trabajar recibí una videollamada de mi amado que por cámara me presento un ramo de flores y con esta en las manos se puso de rodilla y me dijo algo que me dejó parapléjica “Marcela quieres ser mi esposa”

Tras escucharlo empecé a dar vuelta como animal enjaulado y no era porque no ansiaba hacerlo, fueron los nervios lo que me traicionaron además de que mi arroz (Fanny) me dijo que mi Brandon se buscaría a otra chica en ese país.

Ese día le dije que "si" tan fuerte que los vecinos de toda la cuadra pensaron que me había pasado algo, pero yo como loro parlanchín se lo dije a todo el mundo que mi amado vendría en tan solo dos semanas a casarse conmigo.

Esas dos semanas me la pasé poniéndome mascarillas, también me depilaba a diario y mantuve mi cuerpo con una higiene espectacular y era que ansiaba con ser su mujer; ya cinco años de espera eran demasiado sin contar que él me dejó virgen, cada día que pasaba estaba sintiendo ciertas necesidades y mis pobres dedos ya estaban callosos de tanto trabajar en esa zona.

Las dos semanas no pasaron tan rápido como lo esperaba, pero al fin aquí estaba yo en el aeropuerto de Brasil con una pancarta en manos que decía bienvenido seas futuro esposo y sin contar que me encontraba con el vestido de novia puesto y se me importaba ser mirada por todos porque del mismo aeropuerto saldríamos directo para la boda que su familia había organizado, como cada novia sentí temor de ser plantada cuando pasaba el tiempo y Brandon no había llegado así que mis lágrimas empezaron a salir por sí solas, pero en el momento que lo vi pasar la puerta de migración salí corriendo con el vestido agarrado a cada lado y salte sobre él como una loca desesperada. Él estaba desarrollado y mucho más adulto, su cuerpo había cambiado al igual que su cara ahora estaba más apetecible, ya no estaba tan delgado como antes y lo mismo pasó conmigo estoy más adulta, pero como ven un poquito más loca. No perdimos tiempo porque el juez civil nos estaba esperando. La boda pasó con normalidad y mi padre como regalo de boda me regaló una pequeña casita dentro de un terreno para que viviéramos allí; la verdad que la casa no es muy grande, pero sí que es acogedora y cómoda, no podía creer que mi padre estuvo ahorrando para comprarme esa casa. Sentía pena al principio, no quería tomarla, pero mi Brandon me dijo que no debía rechazar el regalo de mi padre.

Mi amado no me pudo llevar de luna de miel porque había sido contratado por una empresa muy famosa que se trata de explotar minas del país y como no soy de esas mujeres inconscientes le dije que no pasaba nada y que ya después tendríamos tiempo para irnos de luna de miel en otra ocasión.

Después de la larga rumba que nos dimos había llegado el momento más esperado, que era nuestra primera noche juntos como marido y mujer, lo ansiaba con desespero.

Estábamos en nuestro nidito de amor y Brandon como todo un caballero me ayudó a quitarme el vestido de novia dejando unos cuantos besos húmedos sobre mi cuello y mi espalda.

ꟷ amor al menos déjame bañarme estoy toda sudada ꟷ  le dije con un poco de vergüenza es que después de tanto tiempo sin haberle visto, más que por videollamada él se encontraba aquí ya siendo mi esposo.

ꟷ te quiero así, además estás sabrosa ꟷ  me dijo quitando mi sostén liberando así mis pechos,  así pasamos la noche disfrutando de nuestra vida juntos.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo