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- ¡Este es tu nuevo equipo!

Taylor miró a la niña con las mejillas tatuadas y al niño con las gafas de gran tamaño y suspiró internamente. Desde detrás de su escritorio, Sky le sonrió con complicidad y lo miró. Leía, claramente: 

Se bueno.

Levantó la vista hacia Alis, quien le sonrió con un poco de nostalgia.

- ¡Felicidades, Taylor. Trabajaste duro, bien hecho! Eres un shinobi del que el país del fuego estará orgulloso.

Adiós... 

Eso fue lo que escuchó en su voz.

XXX

Varios meses después...

El estaba en la piedra del memorial... ¿Cómo había fallado tan espectacularmente todo en menos de un año? No pudo salvar a sus amigos, no pudo salvar a su padre. Parpadeando con su ojo aún poco familiar, se había fallado a sí mismo sobre todo.

Se quedó mirando al cenotafio al que le habían escrito demasiados nombres, se dijo a sí mismo.

Ahora tenía su propia casa, aunque se sentía demasiado grande para él. Nunca se había dado cuenta de la gran presencia que había tenido su padre.

Un tiempo después, sintió una suave presencia en su hombro; tragando su suspiro al ser molestado, se dio la vuelta para irse.

La sombra permaneció allí, inmóvil, mirándolo.

- No les fallaste.

Taylor se detuvo, clavado en el suelo. La suave voz de Trent Karashi atrajo su atención una vez más. 

- No les fallaste a ninguno de ellos, eres un excelente shinobi.

- ¿Ella te envió?- Preguntó cansado, realmente agotado, pero de mala gana esperanzado.

- Hnm- dijo Trent de forma negativa.

Taylor asintió.

- Ella tiene que regresar en quince días... está muy preocupada por ti.

El no pudo ignorar el salto que se dio en su pecho. 

- Ah- respondió él, intentando sonar despreocupado.

Estaba casi seguro de haber escuchado un resoplido de diversión de Trent. 

- Práctica en los campos de entrenamiento Karashi. Mañana.

Los ojos de Taylor se agrandaron mientras lo miraba.

- Tu objetivo es ANBU, ¿correcto?

El asintió.

- 0.500 horas- dijo Trent.

Con un lento trago, él estuvo de acuerdo, sabía lo que esto significaba. Trent aparentemente entendió su ambición también.

Me está preparando para volver a unirme a Alis, ya que ella había regresado al servicio de ANBU cuando llegué a Jounin.

Nunca lo admitiría ante nadie, pero supo el momento exacto en que ella estaba de vuelta en el pueblo. Porque incluso antes de que ella se reportara con la jefa, lo había encontrado y lo había abrazado, aplastándolo. Forzó su habitual suspiro, incluso mientras levantaba su máscara para ocultar su sonrojo.

Y una vez más en su vida, volvió a notar el color en las hojas, los ríos y los cielos. Quizás no estaba completamente solo.

XXX

- Lo extrañas- comentó Trent mientras observaba a Alis una noche.

- ¿Hmm?- salió de la estufa para mirarlo por encima del hombro.

Los dos estaban cenando en su apartamento esa noche. Como siempre, su primera parada después de visitar a Sky para informar fue el cálido y acogedor apartamento de Alis. Era tarde en la noche y ella había insistido en que comiera algo. Él protestó que ella no necesitaba hacerlo, pero lo había empujado sobre su sofá y él la había dejado.

Él nunca admitiría verbalmente que estaba agradecido por tan pequeñas demostraciones de su cariño, pero en el fondo él las anhelaba.

- Taylor... lo extrañas- dijo, sus hermosos ojos oscuros pensativos. 

Trent sabía lo que estaba pasando y le molestaba, sabía que no debía estar celoso de un mocoso, pero ese mismo mocoso le estaba robando la atención de su chica, porque sí, ella era suya aunque no tengan nada de forma oficial.

También sabía que Alis no estaba consciente de que sus sentimientos por su ex alumno podrían convertirse en amor mucho mas adelante, por ahora ella solo pensaba que era su cariño incondicional por su bebe como solía decirle, pero él estaba seguro de que si no luchaba por ella la iba a perder, el tiempo corría y sabía perfectamente que ese mocoso la quería solo para él, desde niño fue posesivo con ella y ahora que era un hombre no dudaría en actuar y el no se lo iba a dejar fácil.

Ella se encogió de hombros, volviendo a la sopa que revolvió con sus palillos. 

- Yo...- se quedó en silencio y sonrió para sí misma-. En cierto modo, me siento como si le hubiera fallado no estando aquí cuando me necesitaba.

Tomó poco tiempo, pero un poco de esfuerzo levantarse de su lugar en su sofá para reunirse con ella en la cocina. No tenía que avisarle cuando estaba detrás de ella, con los brazos sueltos alrededor de su cintura. 

- No podrías haberlo sabido, tampoco pudiste haber abandonado tu misión- Apoyó la barbilla en su hombro, escuchándola respirar.

Alis suspiró.

- Está creciendo y no tiene familia, mi pequeño lobo está completamente solo- suspiró.

 Inclinándose hacia adelante lo suficiente, Trent vio que su frente estaba fruncida; él sintió su preocupación.

- Es un joven fuerte y tiene muchos que se preocupan por él- dijo Trent, cerrando su abrazo alrededor de ella para que su espalda se apretara contra su palpitante pecho-. Ven, siéntate. Haré la cena.

- Acabas de regresar

- Y tu estás agotada y distraída. Relájate- La apartó con suavidad y la sentó en una silla cercana del comedor. Un momento después, trajo su bolsa y le tendió un pergamino.

Los hombros de Alis se tensaron. 

- Trent, no necesitas mantener…

- Hmp- dijo y se dirigió a la estufa.

El miso se había disuelto muy bien y se lavó las manos antes de cortar el tofu en trozos grandes con movimientos hábiles de sus manos. En una tabla de cortar cercana, cortó las cebollas verdes en rodajas limpias y uniformes. Con gracia, cortó verduras adicionales y las frió mientras el tofu se calentaba en la sopa.

Ella suspiró. 

- Y ahora eres tú quien cocina cuando acabas de regresar de una misión- murmuró en voz baja.

- Es un placer- dijo en voz baja genuinamente sincero y la miró con una suavidad que adornaba su rostro tan raramente que solo ella lo veía.

Su corazón se aceleró un momento en anticipación. Él sostuvo su mirada un momento, inclinándose hacia ella, sus ojos se cerraron...

Ella volvió la cara para mirar la estufa, dejándolo presionando un beso de mariposa en su mejilla en lugar de su boca. La oyó tragar.

Retrocediendo, volvió a su posición en la estufa.

Comieron en silencio y se retiraron a la habitación de Alis para dormir. Trent la mantuvo cerca durante la noche mientras sus respiraciones se mezclaban y sus corazones latían en ritmos opuestos.

Es hora de actuar, preparate Taylor Hatake porque el camino que creare para ti no será fácil, no me quitaras a mi chica.

A la mañana siguiente…

La figura de pelo oscuro se cernía sobre él con la hoja de katana desenfundada y brillando en el áspero sol.

Taylor desparramado sobre la tierra seca y polvorienta con su uniforme hecho trizas, retuvo el gruñido que amenazaba con salir de su garganta. Sólo se insultaría a sí mismo. Respiró lentamente, obligándose a pensar, maldiciéndose a sí mismo y su incapacidad para concentrarse.

- Otra vez- dijo Trent desde arriba, siempre tranquilo.

Con un trago y un gesto de asentimiento se puso de pie, recuperando sus kunai dispersos con la ayuda de sus invocaciones llamadas nikens, los cuales se basaban en una manada de perros especializados en técnicas shinobi y los cuales podían hablar como un humano normal.

Afortunadamente, había caído en el bolsillo de atrás la última epopeya de Miguel acolchada pero su orgullo se agravó.

Cuando se enfrentaron una vez más, podría haber jurado que percibió un destello de diversión en los ojos oscuros e insondables de su kenjutsu sensei.

- Ignora las distracciones- aconsejó Trent.

Como si Taylor le hubiera pedido a Alis que practique su magia de estilo agua medio desnuda en el río a través del campo de entrenamiento.

Levantó su tanto, relajó sus hombros, expandió sus sentidos para absorber los vientos que los rodeaban, la tierra a sus pies, el agua corriendo por el río. Su ojo giratorio se movió hacia la izquierda, hacia el agua otra vez, cuando Alis ejecutó un movimiento particularmente impresionante...

Y entonces ridículamente dio vueltas hacia atrás, rebotó y se atragantó con tierra por cuarta vez esa tarde.

Trent suspiró. 

XXX

Levantó una mano mientras por coincidencia serpenteaba en dirección a alis en el mercado.

- ¡Hey!

- ¡Taylor! ¿estás haciendo las compras el viernes por la noche? Deberías salir con tus amigos- Sus ojos se iluminaron como esmeraldas, su sonrisa se ensanchó.

Se encogió de hombros. 

- Un hombre tiene que comer.

- Y sin embargo, tus manos están vacías- Ella sacudió su cabeza.

Maldita sea.

- Acabo de llegar.

Ella inclinó la cabeza hacia un lado. 

- ¿Tienes hambre? Estoy preparando mis comidas para la semana esta noche; podemos duplicar los ingredientes y puedes llevarte la mitad a casa. De esa manera ahorrarás tiempo para cocinar la próxima semana. Solo deberías calentarlos.

- ¿No vas a salir?

- ¿Hmm? No, no esta noche- dijo, sus ojos se oscurecieron un poco antes de iluminarse de nuevo-. Preferiría tener tu compañía.

Y así es como ella me tiene en sus manos...

- ¿Qué puedo ayudarte a encontrar?- Sus dedos formaron un pequeño sello y de repente fueron rodeados. 

Sus ninkens, quienes habían estado escondidos en varios puestos alrededor de ellos, se acercaron y se sentaron obedientemente a los pies de Taylor. Pasó un poco de dinero en la bolsa de cada cachorro y envió a cada uno a un vendedor diferente cuando Alis recitó su lista, aún mirando sus vegetales.

Sus ojos tomaron una mirada lejana mientras se enderezaba de pagarle al vendedor de verduras. 

- Y... tal vez algo de dango ... pero puedo conseguir eso mañana.

- ¿Si? Porque tengo algunos- Taylor levantó su premio.

Los ojos de Alis se ensancharon mientras observaba los nikens, cada uno con una bolsa de comestibles en la boca meneando sus colas.

- Eres ingenioso.

El asintió. 

Ella inclinó la cabeza hacia un lado antes de sonreír y sonrojarse. Taylor se encogió de hombros. 

- ¿Cena?

Con una risa ella le hizo un gesto para que la siguiera. 

- No me juzgues por mi servicio de limpieza. He estado ayudando a Sky en la Torre esta semana, además de mis visitas al hospital.

Él iba a ver y estar dentro de su apartamento.

Puntuación máxima, en su interior estaba haciendo un baile de victoria.

xxx

Las cosas entre él y su hermano menor estaban tensas, por lo que Trent lloró la pérdida de la conexión que él y Damian que habían compartido cuando era un ninja joven. Damian se apartó de él y regresó a la casa de la familia.Trent lo vio irse. Sin embargo, cuando el salió de la reunión del Clan, se dijo a sí mismo que al final todo saldría bien.

Muchas ruedas estaban en movimiento ahora y aunque esperaba que Damian se subiera a bordo pronto, estaría dispuesto a esperar a que saliera de el mismo. Pocos podrían ser tan tercos como el.

Bueno, tal vez Alis- pensó Trent con una sonrisa cariñosa, por ella había hecho lo que había hecho.

En el pasado y ahora.

Las palabras de los Ancianos dieron vueltas en su mente y él dejó escapar un pequeño suspiro mientras se dirigía al apartamento de Alis. Había cancelado sus planes anteriores cuando el Clan lo convocó para la reunión improvisada. En su camino para reunirse con ella más tarde de lo esperado, reunió algunas provisiones para hacer la cena para los dos junto con algunas flores y se detuvo en su balcón cuando sintió la firma del chakra adicional en el interior.

Y la felicidad y cariño que burbujeaba entre ellos...

Un niño. Es un simple niño...

Se recordó calmadamente cuando el fuego de los celos se coció lentamente en su interior.

Él no la mira con los ojos de un niño...

Otra parte de él es reconocida con una precisión salvaje.

El corazón de Trent se tranquilizó al recordar que nada podía salir del vínculo entre los dos.

Y después de todo, los Ancianos habían dejado claro lo que se esperaba de él más temprano que tarde... Lamentablemente Alis también lo sabía.

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