Gunnur era valquiria que vivía en Valhalla sirviendo para lo que había nacido; selectora de caídos en el combate.

Ellos eran guerreros de lo más heroicos si eran derrotados en las batallas: Gunnur y su hermana Rota se encargaban de llevarlos a Valhalla donde ellos eran curados y se convertían en einherjer. Eso era necesario para el rey Odín quien estaba precisando de guerreros: mientras más fuertes y valientes más le interesaban.

Él estaba armando un batallón con los hombres más fuertes del mundo sin importar su procedencia, pues el rey estaba preparándose para la batalla del fin del mundo, usaba a las valquirias por su belleza con el fin de atraer a los guerreros y mantenerlos en su reino para usarlos en su guerra.

Un día normal Gunnur se levantó como cada mañana a regar su jardín lleno de rosas de colores, Las cuidaba con dedicación y amor mientras  le rociaba con agua; también les cantaba usando su melodiosa voz, para su hermana esa hora del día era su favorita porque se deleitaba observando y escuchando a su hermosa hermana cantar.

El rey Odín las mantenía engañadas con la historia de que él era su padre, sin embargo; no vivía en el mismo lugar que las dos hermosas jóvenes, porque se sentía atraído por su belleza como todo hombre sobre la tierra: dos jovencitas ingenuas contaban con una belleza angelical única, pues se comenta que las valquirias son hijas de Ángeles exiliados. Ángeles rebeldes que se oponían a su creador y eran expulsados para vivir en la tierra; estando juntos a los humanos y demás seres adoptaban su forma de vida para tener libre albedrío y procrear con el fin de formar su propio pueblo, pero eso era muy raro, pues no siempre un ángel actuaba en contra de su señor celestial.

Las valquirias a pesar de ser un espécimen inmortal tienden a morir antes de llegar a la vejez para renacer al tercer día como un bebé el cual crece en días y vuelve a ser un adulto nuevamente.

Gunnur y su hermana se encontraban tejiendo las redes que serían usadas para la guerra.

ꟷ En cien de las quinientos cuarenta puertas hay unos guerreros esperando por sus asistencias ꟷ  les ordenó Odín haciendo que las dos hermanas se parasen de sus asientos para servir a su padre.

ꟷ Si, padre mío ya: iremos a cuidar de vuestros guerreros - le dijo la mayor antes de reverenciarse y salir con su pequeña hermana agarrada de las manos. Sus vestidos largos adheridos a sus cuerpos se arrastraban por el piso de mármol que espejeaba.

ꟷ Las siguientes cincuenta puertas son tuyas ꟷ  bromeó Gunnur antes de entrar por la primera puerta encontrando a un hombre divinamente hermoso, él contaba con la delicadeza de una flor, pero con la fuerza de mil guerreros, tanto Gonnur como él se enamoraron a primera vista, amor que para Odín fue mal visto, así que decidió sacar a ese guerrero de su batallón y de su reino. Gonnur al ver la injusticia que su padre cometió contra, ella se reveló oponiéndose a su decisión; salió del reino en busca de su amor, pero lo que Gonnur no sabía, era que Odín lo que quería evitar que ella entregara su corazón por completo, porque a causa de eso perdería su belleza, y ya no le sería útil para su propósito.

Cuando llego a Vingolf, donde se encontraba su amado, Gonnur corrió a su lado y él la recibió con los brazos abiertos, pues se trataba de la mujer más hermosa: le fascino ser envidiado por los hombres que sé encontraban a su alrededor; emocionado  la llevó consigo a su casa, donde todos estaban embobados con la apariencia de su mujer. Tan hermosa les pareció la mujer que la nombraron: el hada.

Esa noche, Gonnur se entregó a su amado en cuerpo y alma, grabando el nombre de su amado en su corazón: mostrándole su verdadero ser, pero en el momento que el hombre a su lado pudo ver lo fea que se había puesto Gonnur, la echo de su casa en medio de la noche; sin importarle que esa noche había una tormenta.

ꟷ eres una bestia horrible vete lejos y no vuelvas más ꟷ  le gritó con  repulsión.

Destrozada, corrió a un bosque al que le decían: el pantano maldito, estando allí gritó con tanta fuerza, que sintió como sus cuerdas vocales se desgarraron.

Se quedó a vivir cerca de una cascada, donde se bañaba cada tarde, esa cascada se había convertido en su lugar favorito, ella no entendía por qué un lugar tan hermoso tenía un nombre tan feo, le gustaba esa cascada porque podía ver cómo su rostro se reflejaba en el agua, el que con un hechizo, lo volvió a poner como era antes.

Se juró así misma no volver a enamorarse, o al menos el hombre que la volviera a despreciar sufriría. Los años pasaron y Gonnur vivía una vida solitaria en el bosque al que no entraba un alma, pues decían que el bosque estaba maldito.

Una tarde, Gonnur sintió que estaba siendo observada, así que hizo uso de su magia para poder ver el reflejo de aquel joven en el agua, seguido lo vio le pareció sumamente atractivo y  tanto deseaba que él se acercara para hablarle:  por su aroma sintió que se trataba de un alfa. Todos los días a la misma hora, el joven iba a observar como ella se bañaba desnuda, la miraba con lujuria y deseo;  esa sensación a Gonnur le fascinó mucho. Hacía tiempo que había olvidado lo bien que se siente ser deseada por alguien.

El día que él decidió acercarse, ella le mostró su verdadero ser para no volver a sufrir  esperando que el chico la aceptara, o la rechazara con decencia, pero ella volvió a ser repudiada por el chiquillo, quien se burló de su apariencia la manera más cruel.

ꟷ eres, una bestia abominable ꟷ  le dijo él usando un tono jocoso.

ꟷ te condeno a ser una bestia solitaria y sin amor, no tendrás descendencia y serás un ser lleno de oscuridad: solo un ser lleno de luz sin corromper, te dará lo que tú hoy me has negado a mi ꟷ le dijo ella antes de irse, dejando al chico gritando adolorido, porque estaba pasando por una nueva transformación en la bestia, pero sin que el chico lo escuchara le dijo ꟷ el día que alguien te logre amar siendo una bestia, ese día este hechizo desaparecerá ꟷ y desapareció dentro de la cascada donde ha vivido por décadas.