*-¡Cómo es posible que aún no sepan nada, papá! Mi esposa perdio al bebé, está desconsolada, lo único que puedo hacer es encontrar al culpable y hacerlo pagar!*
Fernanda podia escuchar la conversación de Max, afuera de su habitación.
*-¿Yo?. . . claro que no, no puedo estar bien, ya lo esperábamos, y eso es. . . doloroso . . . si, lo sé, te lo agradezco.*
Max entró a la habitación, encontró a Fernanda despierta, con semblante triste.
-¿Tu padre?- preguntó sin emoción.
- Si, él está. . . preocupado por tí, como yo.
Se sentó junto a ella, tomó su mano y la besó.
- Está investigando, debemos encontrar a quien te hizo esto.
- ¿No entiendes? - dijo con voz temblorosa- nada de lo que hagan me devolverá a mi bebé.
- Cariño, yo solo quiero que te sientas mejor.
- ¡No voy a sentirme mejor! - gritó- ¡no sabes nada!
- Amor lo siento - intentó abrazarla, pero ella lo rechazó.
- Vete, déjame sola.
Max no pasó por alto el comportamiento de Fernanda, sabia que no estaba bien, pero no quería forzarl