“¡Ya basta de charla! Pueden ponerse en contacto con mi secretaria cuando llegue el momento, pero por ahora, ¡comencemos a comer! ¡No es necesario contenerse solo porque soy el subcapitán!”, declaró Maddox agitando su mano, lo que provocó que varios sirvientes comenzaran a servir los platos y bebidas...

“Como si todo fuera tan simple… Si sus palabras fueran sinceras, ¡entonces el Maddox que estamos viendo es falso…!”, se burló Lucian en un tono suave.

“De todas maneras, veremos cómo van las cosas. Aun así, no creo que se atreva a causar un desastre delante de tanta gente”, respondió Gerald mientras comenzaba a comer.

“¿No te preocupa que intente envenenarte...?”, murmuró Lucian en un tono ligeramente preocupado.

“Incluso si lo hace, su veneno probablemente ni siquiera me afectará. Recuerda que no soy una persona común”, respondió Gerald con una sonrisa.

“… Tienes razón. Bueno, ¡también comenzaré a comer!”, dijo Lucian, quien no había considerado eso antes. Solo alguien con un