Mientras Gerald y Aiden hablaban, caminaron hacia el salón.

Se podía ver que después de que todas estas personas llegaron, la seguridad de la mansión había sido obviamente reforzada. Incluso se podía ver guardias de seguridad con uniformes distintos. Esto debería deberse a que Takuya estaba preocupado de que estas personas pudieran tener un accidente en la mansión, por lo que contrató a los guardias de seguridad de una compañía de seguridad externa.

Después de todo, ellos todavía eran miembros de la familia Futaba a pesar de que la habían dejado hace mucho tiempo. Si estuvieran en peligro en su mansión, él estaría en problemas.

“¿No eres Futaba Suke?”. En el momento en que Gerald entró por la puerta, vio a un joven parado adentro. Era el joven que lo había amenazado en el jardín después de la reunión de la última vez. Ahora que Gerald lo había visto, no iba a fingir que no lo había visto, sino que estaba listo para hablar con él.

“¡Eres realmente un afortunado!”. Suke sabía lo que