A pesar de su alto estatus, Gerald observó cómo los ojos de Zyla se enrojecían y se llenaban de lágrimas. ¿Quién podría culparla? Después de todo, ella estuvo esperando este momento durante miles de años... Para finalmente poder reunirse con Liemis... ¡No podía creer que incluso después de pasar por tantos problemas, Zyla todavía no podía ver ni siquiera su cadáver! ¿Quién fue el responsable de tanta crueldad…?

'Por lo que me había dicho Zyla, el pensamiento del alma de Liemis había dejado de existir hace unos veinte años... Eso era simplemente algo inevitable que vino con mi nacimiento... Sin embargo, aunque su cadáver una vez estuvo aquí, ya no está...'.

Apretando los puños con fuerza, Gerald luego dijo: “Dejando de lado el hecho de que este lugar está muy aislado, incluso sellé este lugar usando una formación con el pendiente de jade de sangre de dragón... ¿Quién podría haber sido lo suficientemente capaz para hacer todo esto...?”.

“… Por lo que pude ver mientras estábamos afu