“... ¿Gerald?”, preguntó Yume, mirando a Gerald con los ojos muy abiertos.

Gerald asintió en respuesta y luego respondió: “Aunque Zyla habló sobre el Espíritu Primordial Titánico Dorado, que acabas de mencionar, no dio muchos más detalles al respecto. Teniendo eso en cuenta, sé muy poco al respecto. ¿Qué es exactamente...? Por lo que puedo adivinar, parece que te refieres al secreto que está escondido dentro de mí... ¿El Rey del Portal del Juicio había venido hasta aquí solo para adquirir este secreto también...?”.

Al escuchar eso, los ojos del anciano se iluminaron al instante cuando gritó: “¡Así que realmente lo eres, Gerald!”.

Aunque estaba encantado de que Gerald finalmente estuviera frente a él ahora, al mismo tiempo se entristeció al saber que el potencial y la fuerza actuales de Gerald eran demasiado desalentadores para que él los manejara.

El anciano también era muy consciente de que incluso el más mínimo descuido, de su parte, podría terminar enfureciendo a Gerald, des