“¿Oportunidad? ¿De qué podrías estar hablando?”, preguntó Gerald mientras miraba a Felton, que todavía estaba tirado en el suelo, antes de aplaudir.

“Bueno, si me dejas ir hoy, ¡le diré a mi abuela que no venga y les ponga las cosas difíciles a los que viven en este barrio pobre! Si no lo haces, bueno... ¡Mi abuela seguramente hará que ocurra una masacre aquí!”, respondió Felton.

“No estoy seguro qué delirio estás teniendo, ¡pero solo le dije a Leo que no te matara inmediatamente ya que dejarte morir así seguramente minimizaría el sufrimiento de tu abuela! ¡Eso sería una verdadera lástima!”, se burló Gerald con una sonrisa.

En el segundo en que vio la sonrisa amenazadora de Gerald, Felton sintió que todo su cuerpo, y posiblemente incluso su espíritu, se congeló.

Segundos después, tartamudeó: “... ¿Q-qué quieres decir exactamente con eso...?”.

“Créeme cuando te digo que me he estado preguntando cómo lidiar contigo a lo largo de mi viaje hasta aquí. Al final, he llegado a la co