―¡Amara! ― se apresuró a arrodillarse a su lado y vio su frente perlada de sudor ―¿Qué tienes amor?
―Me duele… ―gimió mientras cerraba los ojos ―Creo… creo que el bebe ya viene.
―¡¿Qué?! ¡Pero si aún no es la fecha!
―Señor, los niños no tiene un día exacto para llegar, lo mejor es que lleve a la señ