—¡Vaya! Pareces una ladrona llegando a casa de puntillas jaja, ¿Dónde estabas? ¡Mmm! Déjame adivinar, ¿Estabas con ese hombre o no?. —Patricia, disfrutaba haciendo enojar a Natalia.
—¿Por qué no dejas de meterte en lo que no te importa?, dime ¿Tu vida es demaciado aburrida y por eso lo haces?, patética mujer ja. —Si las miradas mataran, ambas estarían muertas. —Me largo, estar cerca de ti, hace que quiera pegarme un tiro, ahora entiendo porque Alejandro, no te soporta, si no fuera por tu padre ja.
—¿Qué...? Estúpida, solo quieres que me vaya para quedarte con ambos, eres una pu... ¡Ay! ¿Por qué me golpeas perra?.
—No vuelvas a insultarme te lo advierto o no solo será una bofetada recuerda que yo también tengo un padre que me respalda. —Natalia, se fue no quería seguir viendo