Me trajeron a mi celda y la cara de Ada decía "asco", ella no dijo nada, pero su mirada decía mucho, me quedé callada tampoco quería decir algo pero desde ese día ellos venían por mi todas las noches y pasaba por las mismas cosas repulsiva que me causaban mucho dolor y cuando volvía a la celda no podía ver a los ojos a Ada, permanecía en silencio, yo me sentía fatal, pero agradecía que ella no pasará por esto
Paso una semana, unos fuertes pasos se hacercaban lentamente a la puerta de la celda y pude notar a un inmenso hombre, sus músculos sobresalían, su piel de color oscuro tan intenso más oscura q