14. La verdad
Gabriela no hallaba por donde comenzar, pero sin esperar mucho más comentar le dijo, — Sé que te podrá sonar de locos, pero tu madre es peligrosa y debes apartarla de tu hija y…
–¿Y ?
— De mi hijo, eres muy astuto, te pido que seas prudente.
— De acuerdo, pero dame contexto, ¿qué es lo que ocurre?
— Para ello debo retroceder 10 años atrás uno de los días más terribles de mi vida.
— Cerraré la puerta para que nadie nos interrumpa y además podamos mantener esta conversación de la manera más privada posible.
— Te lo agradezco.
Realizada la acción y luego se sienta en el sofá frente a ella para no tener el escritorio que obstruya la cercanía entre ambos, deben mantener distancias y que la conversación luzca profesional por eso se ha tomado una carpeta de un expediente de su escritorio.
— De acuerdo puedes hablar con libertad.
— No creo que vayas a creerme, se trata de tu madre uno de los seres más importantes y cercanos que una persona puede tener, creo que cuestionaras lo que te