Punto de vista de Serena
Stevie irrumpió en mi oficina justo cuando me estaba sentando en mi escritorio, con los ojos brillantes por la emoción.
—Vamos, cuéntamelo todo. ¡Conociste a Ester Páez! ¿Qué pasó? ¿Es tan perfecta en la vida real como parece?
Me reí, reclinándome en mi silla.
—Sí, es realmente impresionante. Honestamente, lo es aún más en persona.
Stevie prácticamente saltaba en el sitio. —¿Y la escena? La viste, ¿verdad? He oído que es una locura.
—Sí, la filmaron justo después de que hablamos. Fue surrealista, Stevie. La forma en que la luz iluminaba ese collar... fue como si todo encajara perfectamente. Lo llevaba como si hubiera nacido con él puesto.
Stevie soltó un grito ahogado, juntando las manos.
—¡Dios mío! No puedo esperar para verlo en la pantalla grande, tienes que avisarme cuando publiquen ese clip, seré la primera en la fila.
—Lo haré. —Dije, sonriendo.
Antes de que pudiera volver al trabajo, la voz de Mía crepitó por el intercomunicador.
—Srta. Nixon, hay un chi