Capítulo 51: De vuelta a Florencia.

Siento los suaves golpes de la azafata, quien me dice ya estamos a prontos a aterrizar. He tenido un sueño inquieto, lleno de imágenes de los hombres que dejé entrar a mi viday que me han hecho tanto daño. Me incorporo lentamente, con una sensación de cansancio extremo y mucha hambre. Salgo cubierta por la manta, aunque es inútil, porque el frío que siento en estos momentos viene desde mi interior y con una infusión no se me pasará. Lo único que podría calentar mi corazón es saber que me di un golpe en la cabeza y estoy en un hospital en un coma que me hace pasar por todo esto. La azafata se me acerca con una taza de leche caliente que tiene un ligero toque de clavo de olor, la única manera en que puedo pasar algo por las mañanas… no tengo idea de la hora que es, pero sé que me he dormido todo el viaje y mi hijo no puede seguir pasando hambre porque su madre no supo elegir al padre. Bebo y una sonrisa se me sale sin poder evitarla, cierro los ojos sabiendo qu

Capítulo 52: Llámalo, por favor.

Este día en Florencia es frío, como mi corazón solitario. Creí que escapando aquí no tendría mayores problemas, que podría sentirme mejor y que olvidaría en unos días a Alex. Pero no es así, cada día alguien o algo me lo recuerda por lo menos cientos de veces.Despierto de una siesta agitada, donde el sueño se ha vuelto recurrente: Alex tirado en el sofá del hotel, con una barba indecente, la misma ropa de la última vez que lo vi y su rostro bañado en lágrimas.No puedo dejar de pensar si es en realidad un sueño o una visión de lo que está sucediendo. Me decido a bajar, porque estar aquí acostada no me ayuda en nada.Dejando absolutamente todo de lado, los miedos, las decepciones y todo cuanto me hace daño, me decido a caminar por el jardín de la casa. Ana es mi chaperona, no me deja ni a sol ni a sombra, supue

Capítulo 53: La Llamada.

Tras pasar la noche pensando y soñando con lo que me dijo Luca acerca de lo que le sucede a Alex, me decido a llamarlo. No tengo la menor idea de la hora que pueda ser en Chile, pero lo hago de todos modos. Me doy con la sorpresa de que suena apagado. Decido llamar a Giancarlo, porque sé que él debe estar al tanto de todo. -Pía, tan temprano ¿ocurre algo? -Giancarlo, no puedo más con esta duda, me está matando la conciencia y necesito saber si me equivoqué con Alex. ¿Sabes algo sobre lo que pasó? -Tengo una grabación de audio. Te lo envío a tu teléfono de inmediato. -Gracias. Le cuelgo, mientras espero a que envíe la grabación, me levanto para ver por la ventana. Una fina lluvia cae bajo un cielo demasiado gris. La notificación de mensaje me saca de mi pena, puede que ahora termine peor. Le doy a escuchar y no puedo evitar sentir una rabia tremenda en contra de esa chica. Está demente, Alex le dejó claro que no le interesa, per

Capítulo 54: Los Cuadros.

Luego de diez días sin parar de conocer gente, aceptar números de teléfono de mujeres descaradas y de rehuir de todas ellas, tratando de que no me fotografiaran al lado de ninguna modelo, porque es obvio que van a llegar a los ojos de Pía y no quiero más malentendidos, Luca ha terminado con todos sus compromisos.Tenemos una bella mañana, pero en espera de abordar el avión pasa por alto totalmente. Tengo un poco de nervios, porque estaré más cerca de mi mujer. Porque no ha dejado de serlo ni nunca se me pasaría por la mente poner a otra en su lugar.Aun cuando las cosas entre nosotros no se solucionaran, no permitiría que ni un mequetrefe se le acercara, antes la secuestro y me la llevo al lugar más apartado de la tierra. Porque puede ser que ella no lo sepa, pero yo también soy muy celoso.En el viaje no hago nada más que mirar por la ventanilla, Luca está d

Capítulo 55: Encontré a mi Padre.

Capítulo 56: El Divorcio

Capítulo 57: En la calle.

Llego a casa ensangrentado, adolorido, con la nariz rota y el orgullo por el suelo. Mi abogado me ayudó a llegar hasta el auto de mi hermana, la que no dijo nada al verme subir entre quejidos y lágrimas. En cierto momento vi se dirigía a otro lugar, por lo que le pregunté tratando de aguantar el dolor. “- ¿Dónde vamos? -Al hospital, tienen que revisarte esas heridas. -No, no quiero. ¿Qué sentido tiene que me cures si ya no tengo para qué vivir? - ¡No digas eso! Estás sano, no hay motivo alguno para que nos dejes… - suspira, pero no se detiene -. Para José y para mí eres como un padre, tú nos cuidaste cuando mamá se dedicaba a sus andadas con sus novios. Si estamos vivos es por ti, desde niño te las ingeniaste para mantenerte con vida, no pretendas darte por vencido ahora. -Lo que tú digas, pero no quiero ir al hospital. -Al menos deja que te arreglen esa nariz, te ves fatal, pero no es necesario el hospital para eso. Te

Capítulo 58: Haz lo que más desees.

Para celebrar el divorcio, Pía ha decido hacer una cena en la casa familiar. Tras algo de trabajo ha conseguido volver a la casa en donde creció, junto a Luca han decido que esa será la casa de reuniones familiares y ambos han quedado en tener al menos dos hijos para que los herederos puedan disfrutar de ella, así que por ahora nosotros estamos adelantados.-Cariño, ayúdame con este vestido, por favor – su voz acongojada me llama desde la habitación -.Al llegar no puedo dejar de sonreír, con su vientre abultado por un embarazo de gemelos y con veintidós semanas está tratando de ponerse un vestido que compró hace un mes.-Bella, ese vestido no te que…-No lo digas – me advierte -. No he subido de peso, así que debe entrar sin problema – la rodeo y me paro frente a ella, tomando su rostro entre mis manos -.-No, no has subido de peso, pero nu