Al día siguiente por la mañana es momento de vernos con el señor Milk, así que me arreglo casual ya que estamos en una hacienda y después bajo las escaleras para luego caminar hacia la cocina.
—Celis, ven, acá estamos—menciona la señora Milk desde el comedor.
Camino hacia el comedor y es ahí donde veo a Henry sentado junto a Martina.
—Buenos días—saludo a todos.
Todos responden y después tomo asiento.
—Buenos días, mi gente—dice recién llegando el señor Milk.
Henry y yo nos ponemos de pie.
—No, no por favor siéntense—dice el señor Milk mientras se acerca a nosotros y nos saluda.
—Debes ser la hija de Fabián, no tenía el gusto de conocerte personalmente, cuando fui a la ciudad de México solo fui a la empresa y tu padre comento que e