Profunda tristeza.
Pasaron los días y no tenían ni rastro del avión, así que lo habían declarado oficialmente desaparecido. Rachel se negaba a que le dijeran que estaba muerto, no lo aceptaba y no lo haría hasta que aparecieran por lo menos los restos del avión.
La tristeza había embargado la casa de los Marshall, a los niños les tuvieron que contar la verdad, la noticia circulaba por todos los medios y si ellos no se lo decían de igual forma se enterarían.
Los padres de Ethan habían llegado desde Londres, al igual que su hermano, para acompañar a Rachel y a sus nietos. Los adultos de la familia se turnaban, pasaban larga horas esperando noticias que nunca llegaban.
Matthew y Sarah se estaban encargando de la empresa y Frank y Rachel prácticamente no paraban. Una falsa noticia les había devuelto la esperanza, aunque por muy corto tiempo. A las pocas horas fue desmentida totalmente, sólo era alguien que quería sus cinco minutos de fama.
El vuelo privado llevaba su trayectoria con toda normalidad, hasta