–¿Está todo bien?–. Pregunte cruzándome de brazos y Boris me asintió con la cabeza.
–No tiene nada roto, solo está un poco magullado y el orgullo herido de que definitivamente él se llevó más golpes de los dos–. Asentí agradeciéndole y me acerqué a mi amigo.
–¿Te duele mucho?–. Dije con un poco de remordimiento, él me dio una media sonrisa y negó con la cabeza– Me alegro –.Terminé y también sonreí. Reykon conociéndome mejor que nadie entrecerró los ojos sospechoso.
Pero no le di tiempo a reaccionar cuando mi patada en el estómago lo hizo chocar con la pared. Una patada idéntica a la que le había dado minutos atrás Hunter. Reykon se puso a toser y se deslizo por el muro hasta el suelo.
Hice muecas por el dolor punzante en mi cuerpo por el movimiento b