Después de escuchar el grito de Antonella, Abelardo se apresuró a subir los escalones cómo alma que lleva el diablo, debía asegurarse que su mujer y su hijo estuvieran bien
El mafioso abrió la puerta de golpe, buscó con la mirada a su mujer pero no la vió, entonces corrió al baño dónde Antonella yacía el suelo, había roto fuentes y resbaló al querer ir por una muda de ropa
¡Antonella! ¿qué te a pasado?
¡Rompí fuentes, Abelardo, quería salir por ropa pero me resbalé!. - la joven embarazada estaba asustada y adolorida
Tranquila, mí amor, ya estoy aquí. - Abelardo la tomó en sus brazos y la llevó a la cama, el mafioso siempre hacía ejercicio, así que no fue mucho esfuerzo para él cargarla
¡Abelardo me duele, me duele el vientre!. - Antonella se tocaba la barriga con las dos manos
!Te llevaré al hospital de inmediato, todo va a salir bien, cariño, no te e asustes. - dijo el mafioso dejando un beso en la frente de Antonella, el griego quería calmar a su mujer, pero como padre primerizo, el