"Papá, hay algo sospechoso en la manada de Luna Azul", dijo Steven, irrumpiendo en la habitación que le dieron donde sabe que su padre lo estaba esperando.

Ethan suspiró, "ahora no, Steven".

“Pero lo digo en serio. La hija del alfa, hay algo en ella. Fui testigo de su conversación con alguien por la mañana y noté algo en ella. Todo el mundo sabe que las hembras de las familias alfa no tienen poderes alfa, pero noté lo rápida que era. Tiene velocidad, papá, velocidad, como un alfa”.

"Su padre dijo lo mismo hoy, ¿no?" preguntó Ethan.

“Dijo que fue después de que ella fuera tratada con la flor de Garuda, lo que significa que no la tenía antes. Hay algo sospechoso en ella, papá, puedo sentirlo”.

Ethan exhaló y se levantó de la cama. “Steven, quiero que me escuches, el Alfa Alan no es temido por todos los alfa sin ninguna razón, créeme, no querrás ponerte del lado malo de él. Además, mira esta manada, Steven, son más grandes, más fuertes y definitivamente no quieres que estemos en guer