PUNTO DE VISTA DE ANASTASIA

A través de mi visión borrosa, pude distinguir a Dennis y a Amie.

Parpadeé, sorprendida. "¿Amie?" Miré a Dennis y luego a Amie otra vez.

"Mami…".

Cuando Amie le hizo un gesto a Dennis para que la bajara, corrí hacia ellos.

"Mi niña", me arrodillé y la abracé con fuerza. "Iba a venir. ¿Está bien que salgas?"

"No te preocupes, mami. Ahora soy fuerte. Cada día soy más fuerte. Te echo de menos, mami".

"Yo también te echo de menos, cariño. ¿Cómo están las enfermeras y tus amigos?"

"Están bien…". Mientras hablaba, no pude evitar lanzar una mirada fulminante a Dennis. "¿Por qué la has traído?", le pregunté, un tanto irritada.

Dennis apretó los labios antes de responder con calma. "Relájate".

¡Relájate! ¡¿Debería relajarme?! Entonces dije, en voz alta: "¿Por qué la sacas? Debería estar descansando".

"Me dieron permiso para sacarla durante una hora. Así que no hay de qué preocuparse. Incluso las enfermeras confirmaron que ha estado fuerte estos días".

"Bu