" Nada es lo que parece, ni nadie es lo que dice ser"

******

George

Trisha se veia nerviosa, la idea de conocer a mis padres, la hizo tensarse, al bajar del auto tomé su mano y senti que me la apretaba con fuerza.

- Relájate nena, tu puedes con esto y más. Solo sé tu misma.

Me miró y asintió.

La casa de mis padres podia ser intimidante, a decir verdad, no era una simple casa, mas bien era una mansión con grandes jardines, autos y empleados domésticos, yo habia crecido aqui pero nunca me senti realmente cómodo.

- ¡Hijo, bienvenido! - mi madre apareció en la estancia, abriendo los brazos para recibirme, me envolvió en ellos y me dio un beso en cada mejilla.

- Y tú debes ser Trisha- la atrajo hacia ella en un brusco abrazo, lo que hizo que llevara su mano a su abdomen por instinto.

- Mamá, ten cuidado - exclamé.

- ¿Porqué? ¿Estás enferma?- entonces cubrió su boca al ver dónde estaba su mano.

- ¡Noah! Cariño, ven rápido - gritó.

- ¿Porqué tanto alboroto Amelia? - exclamó mi padre al