Capítulo 2: Matthew Conelly

— ¿Estás bien?— pregunto en cuanto noto que tenía abiertos los ojos

—Sí, gracias por atraparme. — espere a que me bajara pero no lo hizo así que volví hablar— ¿Me puedes bajar?

—Claro, perdón. — me dijo sonriendo, cuando me bajo fui a agarrar las rosas que me había pedido, fui al mostrador y agarre un listón rojo para amarrar las rosas con él.

—Aquí tienes son 125 dólares. — Dije cuando termine de amarrarlas— Gracias por haberme atrapado...

—Matthew, Matthew Conelly.

—Un placer Matthew, soy Emily, Emily Green.

—El placer es mío, perdón, pero tengo que irme. — dijo mientras me daba el dinero

—Adiós.

NARRA MATTHEW

Cuando pedí que paramos en esa florería nunca pensé conocer a esa bella mujer, al salir me subí a mi auto donde me esperaba mi guardaespaldas.

—Erick, quiero que me investigues lo que puedas de Emily Green. — ordene cuando me subí

—Como ordene, señor.

—Llévame a casa de mis padres, por favor.

Después de estar unas horas en casa de mis padres y darle el ramo de rosas a mi madre, regrese a mi empresa e intente trabajar pero no podía pensar en nada que no fueran esos grandes ojos azules, ninguna mujer de con las que había estado había llamado tanto mi atención como Emily, unos toques en la puerta me sacaron de mis pensamientos, me había quedado viendo la pantalla de mi computadora como un completo idiota.

—Adelante. — dije y Erick entro a mi oficina

—Señor, ya tengo lo que me pidió. — dijo nada más entrar a la oficina, me entrego una carpeta

—Siéntate, por favor— pedí señalando la silla enfrente de mi escritorio— ¿Qué averiguaste?

—El nombre completo de la señorita es Emily Rose Green Russo, proviene de familia adinerada, tiene 21 años, hija única del empresario Trevor y Amelia Green, hace un año la señorita heredo la florería a la que fuimos en la mañana junto con una casa, las cuales le fueron heredadas por el señor Richard y su esposa Nina Branson la dirección de la casa viene en la carpeta que le di.

—Si su familia es rica, ¿por qué trabaja en esa florería?

—No lo sé, señor, pero también averigüe que la señorita Green tiene un hijo.

— ¿Está casada? — pregunté interesado, sin duda alguna Emily me había cautivado pero no entrometería en un matrimonio

—No, señor. — Sentí un inmenso alivio al escuchar esa respuesta.

—Gracias, Erick, te puedes retirar. — Erick asintió y salió de mi oficina

Empecé a leer el informe que me había dado, como siempre su trabajo era muy completo venía desde la fecha de nacimiento de Emily hasta el día donde había heredado la florería y la casa, pero por lo que leí durante cuatro años no se ha sabido nada de ella referente a la prensa.

Al terminar de leer el informe de Erick solo había conseguido estar más interesado en Emily, quería averiguar porque había desaparecido durante esos cuatros años, sin embargo tenía una leve sospecha ya que su hijo, Aarón, tiene cuatros años.

NARRA EMILY

Cuando Aarón y yo llegamos al cementerio caminamos hasta las tumbas de Nina y Richard, Aarón les dejo las flores que les había traído para luego sentarse como indio en el pasto

—Hola Richard, Nina. — los salude

—Hola, abuelitos. — los saludo Aarón para luego empezar a contarles todo lo que hacía en la escuela, cuando vi que ya se estaba haciendo tarde decidí que era hora de irnos.

—Mi amor, ya despídete de tus abuelitos. — le dije a Aarón

—Adiós, abuelitos. — Aarón colocó un beso en su manita y después la puso en la lápida de Nina e hizo lo mismo con la de Richard.

Al salir del cementerio vi a mi hijo triste, sabía que al igual que yo extrañaba a Nina y a Richard.

— ¿Quieres un helado? — le pregunte cuando salimos del cementerio

— ¿De chocolate? — me pregunto sonriendo

—Sí, de chocolate.

De camino a casa íbamos comiéndonos nuestro helado, voltee a ver a Aarón y cuando lo vi no pude evitar reír estaba todo embarrado de chocolate.

—Mi amor, pero ¿qué te paso?

—Nada. — contesto mientras seguía comiendo lo que quedaba de su helado

Me agache a su altura y busque en mi bolso las toallitas húmedas, cuando las encontré empecé a limpiarle su carita.

—Listo, ya estas limpio.

Cuando llegamos a casa, Aarón y yo vimos un rato la tele.

*

Desperté en la madrugada, Aarón y yo nos habíamos quedado dormidos en la sala, apagué la televisión cargué a mi hijo y lo lleve a su cuarto, le quite sus zapatos cuando lo acosté en su cama, le di un beso en la frente y después salí de su habitación.

Cuando volví a despertar eran las 8:00 de la mañana fui al cuarto de mi hijo y todavía estaba dormido, baje a la cocina para hacer huevos con tocino estaba terminando de hacer el desayuno cuando mi pequeño entro a la cocina.

—Mami, soñé con los abuelos. — dijo mientras se frotaba sus ojitos

— ¿Y qué soñaste, amor?— pregunte mientras ponía los platos en la mesa

—Me decían que me querían y que nos extrañaban mucho. — respondió sentándose en la silla para comenzar a comer

— ¿Quieres jugo?— Aarón asintió ya que tenía comida en su boca

—Mami, ¿mañana también me vas a llevar a la florería?— pregunto Aarón cuando le di su jugo

—No. — dije dándole un sorbo a mi jugo

— ¿Pol qué no?

—Por que mañana es lunes y tienes escuela.

—Pelo mami...

—Nada de peros, Aarón, acaba de desayunar para que te pueda bañar.

—Si mami

Después de haber bañado y cambiado a Aarón, me metí a bañar, estaba bajo el chorro de agua y me imagine como hubiera sido mi vida si Luke y mis padres me hubieran apoyado.

—Basta, Emily deja de pensar en ellos. — me regañe

Salí del baño y me cambie con unos jeans blancos rasgados de las rodillas, una blusa negra con un chaleco de lana color azul.

—Aarón, ¿dónde estás?— pregunté cuando baje las escaleras y no lo vi en la sala— Aarón.— lo volví a llamar pero no contesto, estaba empezándome a asustar cuando escuche ruido en el patio de adelante, abrí la puerta y vi a mi Aarón jugando con sus dinosaurios, me quede parada en el marco de la puerta observando a mi hijo jugar, Aarón volteó hacia la puerta y vino corrió hacia mí al verme, me abrazo las piernas que era hasta donde alcanzaba, le empecé acariciar el cabello.

— ¿Mami jugamos?— pregunto sonriendo

—Sí, pero sólo un rato porque tenemos que ir a la florería.

Aarón y yo empezamos a jugar.

NARRADOR OMNISCIENTE

Mientras Emily jugaba con su hijo no se dio cuenta que había un carro estacionado enfrente de su casa con un hombre dentro de él tomando fotos de ella y de su hijo, el teléfono del hombre empezó a sonar, cuando se fijó en el identificador de llamadas vio que era el número de la persona quién lo había contratado para encontrar a Emily, el extraño contesto el teléfono todavía mirando hacía Emily y su hijo.

—Bueno

—...

—Si señor ya los encontré, ahora estoy enfrente de su casa.

—...

—Si señor ahora mismo le envío las fotos y los datos que tengo ¿quiere que la siga?

—...

—Como usted ordene

Cuando el sujeto termino su llamada vio como Emily entraba con Aarón a la casa.

NARRA EMILY

Estaba acomodando unas cosas en la bodega de la florería cuando oí una voz masculina, salí de la bodega pero me detuve en el marco de la puerta.

—Hola, campeón, ¿dónde está tu mamá?

—Mami está en la bodega.

— ¿Cómo te llamas?

—Aarón. — respondió Aarón sin despegar los ojos de su dibujo

— ¿Se le ofrece algo?— pregunte al hombre que estaba con Aarón para que notara que estaba ahí

Al oír mi voz Aarón salto de la silla en donde estaba y vino corriendo hacia mí, abrazo mis piernas, baje la cabeza y le sonreí a mi pequeño.

Cuando levanté mi cabeza vi que Aarón y yo teníamos toda la atención del hombre, me le quede viendo sé que había visto su rostro pero no sabía dónde y definitivamente había escuchado esa voz.

—Hola, Emily. — cuando volvió hablar fue cuando lo reconocí era el mismo tipo que me salvo ayer como era su nombre ¿Mateo? ¿Marcus?, Matthew ese era su nombre.

—Hola, Matthew, ¿en qué te puedo ayudar?

—No me vas a presentar. — me dijo cuando vio que Aarón no tenía la intención de separarse de mí.

—Claro, ven mi amor. — Aarón me dio su manita y caminamos hacia Matthew que estaba parado junto al mostrador, cargué a mi hijo y lo puse arriba del mostrador— Matthew, él es Aarón, mi hijo, Aarón él es Matthew.

—Hola, Aarón. — lo saludo Matthew, pero Aarón no contesto, sonreí, mi hijo era muy celoso conmigo, pero sabía cómo hacer para que le cayera bien Matthew

—Aarón. — lo llame y me volteó a ver— Él me salvo ayer. — Aarón volteo a ver a Matthew sonriendo

—Hola. — dijo estirando su manita hacia Matthew

—Hola. — Matthew estrecho la mano de mi hijo

— ¿Qué vas a llevar?— pregunté a Matthew cuando él y Aarón se soltaron las manos

—Me das una docena de rosas, pero esta vez me las das blancas, por favor.

Camine hacia las rosas, pero me detuve al oír la voz de mi Aarón.

—Mamá me bajas, por favor. — me pidió, iba a caminar de regreso con él, pero Matthew habló

—Lo hago yo. — dijo con una sonrisa

—Gracias. — agradecí, agarre las doce rosas blancas que me había pedido Matthew

Cuando me di vuelta para regresar al mostrador vi dibujando a mi pequeño y a Matthew, agarré el listón que había en el mostrador para ponérselo a las rosas, me acerque a una mesa que tenía cerca del mostrador y coloque ahí las rosas para acomodarlas bien antes de amarrarlas con el listón.

Cuando me di la vuelta choque con algo duro, alce la vista y me topé con los hipnotizan tés ojos cafés de Matthew, él levanto su mano y acaricio mi mejilla, en cuanto sentí el roce de su piel con la mía cerré los ojos.

En cuanto fui consciente de lo que estaba haciendo, me separe de Matthew terminando con nuestro contacto.

—Son 125 dólares. — dije sin atreverme a verlo a la cara

—Gracias. — me dio el dinero y se alejó un poco, cuando pude pasar entre su cuerpo y la mesa fui hacia el mostrador y deje el dinero en la caja.

—Adiós, Aarón. — Dijo Matthew a mi hijo— Adiós, Emily. — levanté la mirada y me arrepentí de haberlo hecho porque volví a quedar atrapada en su mirada

—A...adiós.

No tartamudees me regañe

Cuando por fin se dio vuelta para salir de la florería, pude apartar mi mirada también, no era capaz de entender porque reaccionaba así con Matthew.

Después de que Matthew se fuera me quede unos minutos mirando hacía la puerta.

¿Por qué rayos había dejado que se acercara tanto a mí? Pero lo que más me inquietaba era que había disfrutado de su cercanía y de su tacto, lo que era sumamente extraño ya que desde Luke no me había interesado en nadie.

—Mamá. — mire hacia mi pequeño, sonreí al ver que me estaba dando el dibujo que había estado haciendo con Matthew.

— ¿Quiénes son?— pregunte al ver que el dibujo se trataba de un niño y un hombre jugando en un parque

—Somos Matthew y yo. — Contestó sonriendo— Él me cae bien, mami.

Y por alguna razón desconocida el saber eso me alegro bastante.

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