CARISSA BRITOS
Desde que Athena y Adonis nacieron, mi penthouse no conoce el silencio, mucho menos la paz. Ellos siempre me mantienen entretenida. Cuando uno tiene hambre, el otro también. Si uno de ellos tiene cólicos, el otro también llora. Me dijeron que es la conexión que comparten los gemelos, pero la verdad no tengo idea.
Los dos duermen en la misma cuna porque son incapaces de conciliar el sueño si están separados. He intentado que cada uno tenga su espacio, pero si no están tocándose comienzan a llorar.
Han pasado ya casi seis meses desde que ellos llegaron a darle más color a mi vida y cada día que los miro siento que se parecen menos a mi. Su cabello es más claro que el mío, así como también el color de sus ojitos. Ellos son entre si muy parecidos, pero también muy diferentes. Los dos prefieren dormir en brazos pero de maneras distintas. También he comenzado a darles de probar yogurt, apenas media cucharadita y allí también son opuestos. Athena adora el yogurt de vainill