XX Implacable

Terminadas las compras, Mad y Amalia se sentaron a la mesa de la cocina a comer las galletas que entre ella y Ana habían preparado.

Mad las estudió con atención antes de probarlas. En una bandeja había unas galletas preciosas, con formas bien definidas y finamente decoradas con las figuras que un colorante dibujaba sobre ellas; en la otra había unas que intentaban parecer redondas, con chispas de colores desparramadas sobre ellas y otras de chocolate embarradas por doquier.

No necesitaba ser un crítico gastronómico para saber que las segundas parecían vómito de perro. Tampoco necesitaba ser detective para saber cuáles había preparado su delicada Ana y cuáles eran de la gata.

No importó que llevara a la mujer a las mejores tiendas, ella se las había arreglado para escoger siempre las prendas más feas o las que menos le favorecían.

Su gusto espantoso le produjo jaqueca y se tomó la molestia de escoger por ella cada vez que pudo, para salvarla del desastre de vestirse sin gracia. Aho
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo